La concejala de Fiestas del Ayuntamiento de Santa Cruz, Gladis de León León (Icod de los Vinos, 1966), acaba hoy su segundo Carnaval al frente de la organización, y no oculta su satisfacción por los resultados. Para ella, el mejor indicador es que el público no se levante de los actos, ya sean concursos o espectáculos en la calle, cuando sale la Cabalgata. Admite que el balance de la edición que hoy llega a término supera las previsiones que se habían trazado, pero no pasa inadvertido que ha habido mucho trabajo e implicación del equipo.

En el capítulo de "necesita mejorar", se compromete a buscar una solución a las grúas que tiran de las reinas. Cree que Fiestas ha dado respuesta a los objetivos trazados en 2016. Frente a aquella imagen de "brazo de hierro" que algunas murgas le reprocharon, esta edición ha recibido el Fregolino de Oro y el premio "La sonrisa de un niño", que otorga Triqui-Traquitos.

¿Qué balance hace del Carnaval?

Estoy bastante contenta. Todo ha salido bien, según teníamos pensado.

¿Ha salido según lo tenía pensado?

Sí.

¿O mejor?

Ha salido mejor de lo que teníamos pensado, pero también es verdad que desde que acabó el anterior nos hemos dejado las pestañas todo el equipo de Fiestas intentando buscar dinero para mejor y también para intentar hacer caso de todas las peticiones que teníamos de agilizar concursos. Por nuestra parte, hemos cumplido.

¿Los empresarios vuelven a invertir en el Carnaval?

Si, las empresas están volviendo a invertir en el Carnaval. De hecho, a última hora han venido empresas que han apostado con poquito, pero con la idea de invertir el próximo año muchísimo más.

¿A qué se debe: a que la crisis comienza a remontar o a que el Carnaval es una buena inversión?

Parece que la situación económica está remontando un poco y la situación va a mejor, y también es verdad que el Carnaval es un producto inmejorable para vender, y las empresas lo saben, y también ven que las cosas salen bien y que lo que nos proponemos lo hacemos.

¿Qué fue peor: su primer Carnaval, en 2016, o este?

Fueron diferentes. Mi primer Carnaval iba más a ciegas, no nos dio mucho tiempo a organizar porque el nuevo gerente entró unas semanas antes de que comenzaran los actos y yo también iba a todos los actos a verlas venir. Este año tenía muchísimo más miedo que el anterior porque como lo había vivido tenía un poco más de respeto. Hay mucho trabajo detrás, y eso es una garantía. Y siempre haciendo cosas para mejorar.

¿Cuál es su prioridad en el Carnaval?

La gente que se sienta a ver los espectáculos; esa es mi prioridad.

¿Se considera una mano de hierro en la organización?

No soy un hueso. Soy súper exigente conmigo y por ello también quiero mantener entre todos ese ritmo, y José Ángel Alonso, el gerente, también es igual. Queremos que todo salga bien y queremos consolidar una marca de calidad.

¿De qué se arrepiente en este Carnaval?

(Segundos de silencio). La verdad que no me arrepiento de muchas cosas.

¿Y del cartel anunciador?

No, tampoco. La polémica tiene que estar por algún lado.

Decía Miguel Zerolo: cartel polémico, buen carnaval. ¿Se ha cumplido la máxima?

Sí, creo que sí. Me siento bien teniendo un cartel de Pepe Dámaso. Entiendo que la gente de Santa Cruz no se ha sentido identificada con el cartel, pero creo que es un buen cuadro y creo que él expresó su carnaval de esa manera. Es un gran legado para el futuro; me quedó pena de que no pudiera venir a la gala porque estaba medio pachucho. Pero no me arrepiento del cartel... si no, ¿a qué le cantan las murgas? (Se ríe).

¿Cree que los repertorios de las murgas adolecen de actualidad?

Cada grupo debe analizar su concurso y su actuación. Las murgas ganadoras han hecho reír a la gente.

¿Teme que el próximo año vayan a tener que montar 40 televisores por el efecto Zeta-Zetas?

No. Cada murga tiene que mantener su esencia; una murga como los Zeta-Zetas hace este tipo de puestas en escena, es su marca. Los Bambones, su marca, son las voces y la caña. Y cada murga tiene que tener su marca, y no que todas vayan a ser ahora unos Zeta-Zetas, o unos Bambones o unas Triquikonas, que también tienen su marca.

Pasaron a la final y volvieron a coger premio Triquikonas.

Y un merecidísimo premio. A cualquiera de las tres ganadoras le hubieras dado el primero y no hubiera pasado nada. Estuvieron geniales.

Han salvado los certámenes de agrupaciones y comparsas, pero les obliga a mantener los giratorios y hacerlos en el recinto ferial.

Está claro que no podemos irnos al teatro Guimerá. La apuesta por los dos sets funcionó y se ganó muchísimo tiempo. Ahora falta que la gente sepa que el concurso de agrupaciones es un formato dinámico y asista el próximo año. El certamen de grupos musicales ahorró casi tres horas respecto al de 2016. Todo lo que nos han puesto sobre la mesa lo hemos intentado hacer y resolver.

¿El concurso rey es el de las murgas?

No hay un concurso rey; es cierto que el certamen que tuvo más afluencia de público fue la final de murgas, con casi un pleno de capacidad de 6.100 espectadores. También registró una buena entrada el de comparsas, y la gala infantil, la adulta, de la los mayores.

¿Entonces, la final es el certamen más importante?

No lo definiría así, porque depende de preferencias. Hay gente que va a todos los concursos y hay quien acude a comparsas y no a murgas o viceversa. El concurso más importante es el que le gusta a cada uno. El objetivo ahora es que los concursos con menos afluencia registren la misma entrada que aquellos que están a tope de público.

¿La mayor polémica fue por el problema de sonido con Joroperos en el concurso de comparsas?

Sí, hubo un problema técnico con el "set" donde cantaba Joroperos, y está documentado. A pesar de que todo ha salido bien, ha habido un poco de revuelo con los veredictos, pero eso se nos escapa a nosotros.

El mismo jurado, muy criticado por dejar a La Traviata sin final, fue felicitado por el veredicto de la final.

Mirando los resultados, cada jurado escribe su puntuación y luego se traslada al ordenador, sin deliberación. Me encantaría que cada grupo designe a uno o dos representantes en el jurado para que vean que no hay tongo. Me gustaría que cada murga pusiera a una persona y votara a todos menos por el grupo que lo designó. Ya me han dicho que no es posible. Pero ojalá designaran a un par de representantes que estén en la votación del jurado, como hay uno en las comparsas; eso lo hicieron este año los diseñadores también. Voy a insistir en que cada uno ponga a uno o dos representantes.

¿Mantendrá el sistema de puntuación de las murgas? ¿El mismo número de finalistas?

De momento continuamos con las siete finalistas, y el mismo sistema de votación. Igual si el concurso de agrupaciones musicales se hiciera un viernes acudiría más público. Este año también me gustó muchísimo ver el apoyo de otras modalidades en el certamen de rondallas celebrado en el Auditorio en el certamen. Eso lo deberían anotar todos. Sería ideal que los grupos se apoyaran unos a otros. Este año también había más gente en el Auditorio.

¿Influyó la decisión de la mayoría de las rondallas de no vender las entradas?

Si, la mayoría de las entradas se pusieron a la venta en taquilla, solo alguna se llevó entradas y funcionó mucho mejor este sistema.

Las carrozas sí siguen siendo la asignatura pendiente.

Si, así es.

¿Quizás porque se centran los esfuerzos en las carrozas de los reyes magos?

El problema es que son las plataformas que se utilizan para trasladar las reinas y que vienen condicionadas por la altura.

¿No se podría decorar la cabeza tractora?

También nos dan estos vehículos el mismo día y no sabemos las características. Vamos a trabajar este año en este tema.

¿Ritmo y Armonía contó al final con un animador?

Sí, sí. Estuvo por la parte de las gradas. Para el público que estaba cerca de él, bien, pero el recorrido es muy grande. A veces ocurría que anunciaba una comparsa que ya había pasado. Hemos probado esa posibilidad y creo que es prescindible. Igual habría que centrar más esfuerzos aún con la iluminación. Este año dimos un paso en ese nuevo formato; hay que darle una vueltita para buscar la solución al tiempo que hay entre una comparsa y otra. No queremos que la gente se vaya durante el concurso.

¿Le gustó la gala de la reina?

Sí, me gustó muchísimo, aunque es cierto que todo es mejorable.

¿Qué nota le pone a la gala?

Un 8,5.

¿Continúa Enrique Camacho al frente de la dirección?

En principio no hay nada cerrado, pero nos encantaría hacer una comisión artística y el equipo que ha estado este año ha colaborado en todo. Descuelgo el teléfono para el Ritmo y Armonía o la sardina y está siempre dispuesto. Es el tipo de personas con las que me gusta trabajar porque ama de verdad el Carnaval, no porque lo contrata. Es todo el equipo, desde Enrique a Migue... Todos. Notas que aman lo que hacen, como el personal de Fiestas.

¿Qué nota pone a este Carnaval?

Un 8, yo soy muy exigente.

¿Con este Carnaval CC hubiera ganado por mayoría absoluta?

Ojalá, pero en eso no he pensado.

¿Y la Casa del Carnaval?

Confiamos inaugurarla a final de este mes o comienzos de abril; todavía no se ha entregado. La idea es que se gestione sola, pero al menos los próximos cinco años tendrá el apoyo de la Sociedad de Desarrollo desde la promoción turística y de Fiestas, con los contenidos, hasta que en un futuro camine sola.

Con Enrique Camacho casi renovado como director, ¿se sabe motivo, cartel?

Desde mañana sacaremos una votación para elegir el motivo de la próxima edición del Carnaval. Cuando inauguremos del Carnaval diremos el motivo.

¿Y autor del cartel?

Vamos a ver qué tema sale; me gustaría hacerlo participativo. Vamos a ver cómo, pero necesitamos tener el tema cuanto antes.

¿Qué le parece la polémica que se suscitó en Las Palmas por el drag?

Es Carnaval. La libertad de expresión y el respeto es algo de ida y vuelta. Lo digo también por la canción que se le censuró a la Ni Fú-Ni Fá.