José Luis Ramírez, más conocido como Tote, desembarca en Tenerife de la mano de Juanjo Beloqui, responsable de iluminación en las tres últimas ediciones. Ramírez es el jefe técnico de su empresa en Madrid, en la que asume la dirección de ingeniera y proyectos. Ramírez, de 38 años -casi los mismos que su antecesor en el cargo-, explica que debe a su familia su vínculo con el espectáculo: su padre tenía un taller de electrónica y llevaba el teatrito del pueblo de Villafranca de los Caballeros, en Toledo. Siempre quiso dedicarse a este mundo, pero no existía una especialidad universitaria entonces. Por ello, estudió Telecomunicación y luego se especializó en Imagen y Sonido, hizo un posgrado en Sonido por la Universidad de Valencia, y de Manejo Escénico y Escenográfico, entre otros.

Entre sus proyectos más destacados, el espectáculo de luz y sonido de Abu Simbel (Egipto), video mapping de Qal''at (Bahrein), Simurg (Estambul), el musical de Hombres G en España y México, las giras europeas de Revolution, Tini Stoessel Tour y Soy Luna, o el musical "Sunset Boulevard", además de trabajar para Disney y asesorar a once teatros. Tiene el reto de sustituir a Luciano Delgado, un clásico en la fiesta.

Sin ánimo de quedar bien dice que "el Carnaval es incomparable con otros proyectos por las peculiaridades que tiene. Es un reto". "No hay un montaje similar porque es un escenario muy grande que da cabida a espectáculos diferentes con características dispares como los trajes de las reinas o un concurso al que se suben 120 personas a tocar, cantar y bailar. Es muy divertido y estoy aprendiendo un montón. Aquí tienen cogida la mecánica y la acogida es muy buena. Se hace una familia".