Muchos son los murgueros que aseguran que la época dorada de las murgas ha llegado a su fin. Esta sentencia viene avalada por el cierre de cuatro de las 21 murgas infantiles que participaron en el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife 20017. Bambas, con 43 años de historia; Pita Pitos con 22; Paralepípedos con ocho y Tiquis Miquis con cuatro años tras su regreso al concurso, han sido las murgas más perjudicadas, pero no las únicas. Una gran parte de las murgas infantiles sigue concursando rozando el mínimo de componentes, que está establecido en 30. Todos estos datos denotan un problema que cada año se ha ido incrementando más en los grupos, no sólo en los infantiles sino también en las murgas adultas. La carencia de componentes dificulta enormemente el desarrollo de las formaciones, que en ocasiones ven imposibilitada la labor de concursar.

La falta de componentes ha sido el principal motivo de abandono de Paralepípedos, Pita Pitos y Bambas, que tras intentar reunir los 30 componentes reglamentarios han tenido que desistir. María García Fuentes, fundadora y presidenta de Bambas, conocida como doña Mary, destaca: "Siempre hemos tenido niños y venían porque querían, nunca hemos ido a buscarlos. Este año hicimos tres reuniones y solo aparecían quince, lo que nos impidió salir". Sin embargo, el caso de Tiquis Miquis nada tiene que ver con los componentes, ya que, tal y como comenta Bahitiare Sugue, de la directiva, el motivo principal fue la baja del director musical y del letrista: "Él no se dedica exclusivamente a las murgas, sino a la música. Cuando nos lo comunicó tomamos la decisión, ya que hubiésemos perdido el estilo infantil que nos caracterizaba".

Los dirigentes de estas formaciones achacan el problema a la revolución tecnológica, que ha hecho que los niños decidan pasar su tiempo libre en casa jugando a videojuegos o navegando por internet antes que estar en una murga. Además, consideran que las murgas ya no llaman tanto la atención como lo hacían antaño, cuando los menores tenían que hacer cola para poder acceder a las mismas, según apunta doña Mary. Otro inconveniente ha sido la falta de colaboración de los padres y los menores, que no toman en serio el esfuerzo y trabajo que requiere. "Esto no es como antes, que nos desvivíamos por ir a ensayar a la murga, han cambiado las tornas y creo sinceramente que es un fin de ciclo", sentencia Yerai Lorenzo, de la directiva de Paralepípedos.

Julio Afonso, director musical de Pita Pitos y más conocido como Julito, destaca que no hay manera de incentivar a los jóvenes: "La vida ha avanzado e incentivar ya no sirve de nada, el ejemplo está en mi murga: bajamos las cuotas, hicimos concursos de disfraces y el que llegaba siempre puntual tenía el disfraz gratis, pero la ilusión no estaba y eso es lo primordial". La falta de componentes y compromiso también viene dada por la tendencia de muchas murgas infantiles a solo dejar entrar a adolescentes.

Yerai Lorenzo afirma que, tras el parón, es momento de reflexionar sobre lo que ha pasado y entender los motivos que han podido llevar a que esto suceda. Antes lo importante era tener ganas, quitarse egos de encima y trabajar en equipo por el grupo. Por otro lado, Bahitiare Sugue, de Tiquis Miquis, cree que la rivalidad entre grupos también afecta en gran medida y que si esto no cambia, difícilmente se podrá avanzar: "Me he dado cuenta de que cuando estábamos les dábamos igual y nos veían como rivales y ahora que no estamos, todo el mundo siente pena, lo que es muy irónico".

El Organismo Autónomo de Fiestas de Santa Cruz de Tenerife ha declinado pronunciarse sobre esta situación, pues considera que no hay nada nuevo que aportar. Aun así, los dirigentes de las cuatro formaciones destacan la importancia que tienen las decisiones que toma la actual concejala. "No deberían dejar salir más murgas y hay que subir el mínimo, porque aunque caigan algunas, las que se queden lo harán con más calidad", apunta Julito. Añade: "Si seguimos dejando que salgan murgas cada vez será más difícil y terminarán desapareciendo".

Doña Mary, sin embargo, destaca que el Organismo no hace cumplir las normas que establece: "Se nos exige en las reuniones que vayan con el disfraz completo, que estén todos los componentes en las actuaciones, pero luego no se hace cumplir en la calle". Por su parte, Bahitiare recalca las pocas facilidades que se le dan a las murgas que intentan participar por primera vez: "Se deben implicar más y dejar de poner tantas pegas para sacar una nueva murga, no cumplir simplemente por quedar bien y valorar el trabajo que hacemos".

El cierre de estas cuatro murgas, definitivo únicamente para Tiquis Miquis, ha dejado huella en sus dirigentes. Bahitiare comenta entre lágrimas que echa de menos a los niños y que son parte importante de ella. Doña Mary, tras recalcar que siente que le haya pasado a otras murgas, describe que "ni las caderas ni cualquier cosa que me haya podido pasar en mi vida ha sido tan doloroso como que no pueda sacar la murga este año".

Las formaciones lucharán para volver en 2019.