Adentrarse en el antiguo salón de ensayo del barranco de Valleseco, cerca de las antiguas naves carboneras, trae al recuerdo la época gloriosa de Vicente Cruz y Eleuterio García, fundadores de Los Cariocas tras su paso por la madre de las comparsas, Los Rumberos.

Han pasado 50 años al ritmo de la batucada que caracteriza la fuerza de su baile, nacida en 1969. De Vicente y Eleuterio, pasando por Fermín Torres, un comparsero entregado y que contribuyó a hacer grande el nombre de la comparsa más laureada del Carnaval de Tenerife, según acreditan, con un total de 98 premios. Tres etapas marcadas en este medio siglo de historia, la última, la que lidera José Manuel González Ramos, junto a su esposa, Quica, y su hermano Toño. Jose, en la actualidad presidente, "desembarcó" en Cariocas en 1986 y, poco después de los dos años sabáticos que tomó la comparsa en 1997 y 1998, tomaron el impulso de la mano de Eleuterio García para asumir la directiva en las dos últimas décadas.

Cariocas es una gran comparsa que pivota en un equipo de trabajo compacto. Con José Manuel y Toño, presidente y vicepresidente, y la entrega de Tano Múgica, director de la parranda desde hace 21 años; o Ezequiel Dibelo, un coreógrafo argentino que milita en la comparsa de Valleseco hace 12 años, compaginándolo con su participación en grandes producciones de musicales como "Evita" o "Jesucristo Superstar", entre otras, con Jaime Azpilicueta. En la "fábrica de la percusión", sello de la casa, Cachete y Chanín, que casi son sinónimos de Cariocas, y para ponerle brillo a la música, Juan Carlos Armas, que en los últimos 3 años da forma y color a los diseños.

Fiel a la comparsa, cincuenta años después, Tata Delgado -madre de Miguel Pérez, director de galas de Mayo y excomparsero de Cariocas- que aunque no sale, es una de las grandes colaboradoras. De hecho, en la visita, allí está ella preparando detalles de la fantasía que se presenta el día 1.

Un total de 118 componentes -de ellos una docena de Valleseco- avivan el alma de Cariocas, como Santi, murguero de Trapaseros de Los Realejos, que alterna con su faceta de comparsero. No importa la distancia: Irene viene de Arafo a los ensayos, y Pedro, Germán, Katy "La Negra", de Candelaria, y Gara, de La Laguna, y Laura, de La Orotava. Son bailarines de noche y en la vida laboral... enfermeras, docentes, abogados y estudiantes.

Jose admite que el nombre atrae a componentes, hasta el punto que en junio pasado hicieron un casting para admitir a nuevos bailarines: se seleccionaron doce de las 25 personas que se presentaron. "Se te parte el corazón, pero el dinero te condiciona". Evita entrar en reproches, pero la comparsa tiene un presupuesto de 40.000 euros de los que "solo" 15.000 son de la contratación municipal por Carnaval. El resto procede de actuaciones, en especial de bodas, un "sector" que está en auge, igual que los cruceros, pero es fundamental buscar fuentes de ingresos porque la aportación municipal es insuficiente para sacar con la calidad de Cariocas la comparsa cada año.

No se dan tregua durante todo el año haciendo Carnaval. Unas veces como embajadores -como cuando viajaron a China- o en actuaciones locales, cualquier día del año. Y sin focos, en sus ensayos. En un trabajo planificado. Todo por amor al Carnaval. Medio siglo con la ilusión del primer día.