Segundo año de participación y doblete de segundo, con el plus de haberse quedado a dieciséis centésimas del primero, Castorcitos. Es el balance de los Redoblones, la murga de "El Pirata". Su "alma mater", José Cortés (Santa Cruz de Tenerife, 1977), lleva el Carnaval en la sangre. Hijo de Paco Cortés, militó desde los dos años en Rebeldes, su cuna y referente, de la que se desvinculó hace dos años para liderar su proyecto. Comenzó de mascota, estuvo en la fila y asumió la dirección (1996-2014).

Para "El Pirata", lo ocurrido en el concurso de murgas infantiles es... "increíble", un premio a la familia Redoblones.

¿Su balance de este año?

Ha sido una sensación increíble.

¿Logró el objetivo que se habían trazado para este año?

Hemos superado el objetivo que nos trazamos; queríamos entrar en el pódium este año. Tampoco nos esperábamos conseguir premio en los dos apartados, Presentación e Interpretación. Es alucinante.

¿En qué apartado pensaba que tenía opciones de premio?

En Interpretación. Los niños estaban muy, muy bien. La gente comparó en el concurso los Redoblones con la época dorada de aquellos Rebeldes que nadie les ganaba.

¿Cuál es la clave del éxito?

La clave es la ilusión que hay.

¿Cuál es el estilo de Redoblones? ¿Lo tiene en dos años?

El estilo de Redoblones es el que yo siempre he tenido; no tengo otra forma de ser: las puestas en escena, las parodias, una murga trabajada en manos, en boca... en todo. Musicalmente ser los mejores. Soy muy perfeccionista. Me encanta.

¿Sintió la corazonada de que era el año de Redoblones?

Tenía la corazonada de que podía estar en el pódium. El año pasado nos quedamos quintos porque no teníamos letras infantiles. Con un poco de humor en 2018, hubiéramos cogido premio también; se hizo entonces un papelón también. Los niños se han entregado y la gente se quedaba flipando cuando los veía, y eso te lleva a la euforia. Hemos juntado un buen equipo con Leroy Casañas, Julito Alfonso y Zeben Arteaga; el primer tema es de ellos ("Padreros"). Es una genialidad de aquellos Pita-Pitos. Y el otro ("La floristería") es de Airam Bazzocchi, que me metió en la locura de hacer flores desde mayo. Escribió tres músicas, luego estaba saturado y los niños acabaron "La floristería" y también Julito. La letra de la entrada al escenario es de los niños y el final lo hicieron todos, con Javi Suárez Plata también.

¿Qué le ha dado Javi Suárez Plata como director musical?

Javier ha aportado una tremenda calidad musical; le ha faltado esa murga adulta que le cante, unos Diablos o unos Bambones... Sería de locos, no lo cogería nadie. Ya demostró de lo que es capaz con Rebotados, aunque fuera una murga mixta, y los llevó un año a las puertas de la final. Javier tiene una elegancia y un don: nació con la guitarra y se ve que es murguero. Y como persona es mejor.

¿Hizo una selección de los mejores murgueros para su equipo, con Leroy, Julito, Javier Suárez Plata...?

Han aparecido así y creo que hemos acertado y le han dado un impulso que yo, si hubiera estado solo, no se lo hubiera dado. Hay que reconocer que uno está viejo y hay que renovarse... Si nos quedamos en el año 2000... O te renuevas o te quedas.

¿Qué es Redoblones?

Crítica, humor... todo. Me encanta el espectáculo.

¿Ha visto el concurso?

No me lo he estudiado como me gusta a mí. Soy un friki.

¿Gozan las murgas infantiles de un buen momento?

Vi un buen concurso de murgas infantiles, con un nivel muy alto y se están atreviendo a hacer semejantes locuras. Nos tenemos que renovar. Me encantó el concurso. Hay nivel.

¿Cuántos componentes le cumplen la edad máxima?

Ocho, de ellas algunas pasarán a Triquikonas y el resto no seguirá en adultas porque les gusta las femeninas. En algún caso dependemos también de cómo caiga el Carnaval.

¿Gozan de buena salud las murgas infantiles?

Sí, unas más que otras. Mira el esfuerzo que hicimos nosotros con el disfraz y la parodia, y eso con solo los 1.200 euros que por ahora hemos cobrado de la Comisión de Fiestas. Pero según las puntuaciones, quedamos a muy poco de ganar en Presentación.

¿Ya piensa en 2020?

Algo hay (se ríe). El director tiene que ser un menor también; yo ya estoy viejo, aunque disfruté en el concurso como un niño. Ha sido un año para enmarcar.