Hablar del Teatro Leal es hablar de la historia misma de La Laguna en el último siglo. En él, desde que Antonio Leal lo mandara a construir, en un estilo ecléctico y acogedor, como mandaban los cánones de la época, rieron las comedias, sufrieron las tragedias, se emocionaron con la música y se elevaron con la poesía cientos de laguneros para los que su cierre forzoso supuso una herida que tardaría años en cicatrizar.

Aún como primer teniente de alcalde, tuve el orgullo de participar de cerca en su reapertura, de ser miembro del equipo que consiguió, a fuerza de diálogo y negociaciones, que todas las instituciones, especialmente el Gobierno del Estado, se pusieran de acuerdo para hacer posible su reapertura. Era un objetivo que nos habíamos trazado y que Coalición Canaria llevaba en su programa electoral y era, por encima de todo, una deuda contraída con el pueblo lagunero que habría de ser saldada. Y así lo cumplimos.

Hoy, cuando aún no se cumplen cuatro meses desde su apertura, el teatro Leal ya se ha revelado, igual que antaño, como uno de los referentes más destacados de la cultura en Canarias.

Desde el mismo concierto inaugural, el día 18 de septiembre, todas y cada una de las actuaciones y espectáculos exhibidos en su escenario han registrado un absoluto éxito de aforo, debido tanto a su calidad como al hecho de contar con una programación escrupulosamente planificada para todos los públicos, que ha combinado de manera equilibrada lo tradicional y lo vanguardista, no dejando a nadie indiferente.

Por el Leal han pasado desde nuestra Orquesta Sinfónica de Tenerife, la Orquesta de Cámara Reina Sofía o lo más granado de la música canaria tradicional y actual, hasta artistas como la laureada cantante mexicana Lila Downs. Genios de la escena como Héctor Alterio, brillantes coros como el Soweto Gospel Choir, voces cálidas como la de María del Mar Bonet o Enrique Morente, actores de renombre como los miembros de Teatro Chéjov se han subido al escenario de este bello edificio que ha vibrado, en cada ocasión, con los aplausos de un público entregado.

Y es justo decir que buena parte de este éxito se debe a la gestión de Fidencia Iglesias al frente de la Concejalía de Cultura. Desde un principio, esta mujer curtida en el ámbito cultural y con una dilatada experiencia en dirigir equipos, supo captar la esencia del teatro y las demandas de sus potenciales usuarios. Así, de este modo, trabajando duro, se fraguó lo que hoy constituye uno de los logros más destacados de este grupo de gobierno. El equipo con el que trabaja, tanto en el propio teatro como en el área de Cultura, es también base del éxito que está teniendo la propuesta de este grupo de gobierno que se hace extensiva al resto de los espacios culturales del municipio.

Porque el teatro Leal es, para nosotros, mucho más que un símbolo patrimonial. Es, sobre todo, una pieza fundamental dentro de la idea de ciudad que queremos conseguir; un elemento indispensable en el engranaje de La Laguna del futuro; un lugar que, como ya hemos dicho en otras ocasiones, va a combinar lo mejor de nuestra tradición y nuestra herencia histórica con los avances que la técnica pone a nuestro alcance. Un lugar en el que la calidad de vida pasa por la cultura no sólo como enriquecedora del alma, sino como generadora e impulsora de actividad comercial, toda la que se mueve en el entorno del teatro y a su abrigo.

El teatro Leal, con su resurgir majestuoso, es un ejemplo claro de las ideas, de las iniciativas que este gobierno municipal quiere llevar a cabo en materia cultural en La Laguna. Es la punta de lanza de un proyecto global que hará que, por derecho propio, esta ciudad siga ostentando con orgullo el blasón de Capital Cultural de Canarias.

* Alcalde de San Cristóbal

de La Laguna