SON DOS FACTORES que los economistas tienen muy en cuenta a la hora de analizar la efectividad de cualquier medida. En economía (y en todo), la elasticidad o rigidez se determina por la razón formada entre el cambio proporcional de una variable con respecto al cambio proporcional de otra variable. Si tocas en "X" esta pieza, ¿cuánto afecta a esta otra? Por lógica, también se entiende como la sensibilidad de la cantidad demandada u ofertada a los cambios en los precios. Elasticidad de la demanda a las variaciones de precios, elasticidad de la oferta a las variaciones de demanda?

El mercado financiero está demostrando muy escasa elasticidad a la hora de traspasar a la economía de a pie las medidas de aporte de liquidez tomadas por los Estados del planeta. El precio del petróleo está demostrando también muy escasa elasticidad en la repercusión al público planetario de los grandes descensos en sus cotizaciones. Así, la demanda como concepto general muestra muy escasa elasticidad por la contención del IPC.

Todo es rígido como una pata de palo. Los datos globales son contundentes. Antes, hace ocho meses, bajaba el interbancario y como reacción inmediata subía la bolsa. Aumentabas la masa monetaria y subía la inflación, tocabas a la baja el precio del petróleo y se contenían paralelamente las tarifas eléctricas o los billetes de avión, por ejemplo. Causa-efecto, donde se calculaba y medía la repercusión.

Ahora es incluso al revés. El precio del petróleo baja desde aproximadamente 140 dólares/barril a 50 dólares/barril y suben las tarifas eléctricas. Tiene miga la cosa. Liberan liquidez a las entidades crediticias y bajan los importes globales de préstamos. Se incrementa la masa monetaria y desciende la inflación?

Actualmente, una pregunta ya contestada es: ¿si los precios al consumo se estancan o bajan, en cuánto aumenta la demanda? Y la contestación es: en nada: La demanda está bajando, aunque los precios de venta lo hagan (en el mercado inmobiliario, en el automóvil?) en mayor proporción.

Vivimos un proceso de ajuste en el que el mundo entero se ha puesto al revés del pepino y los más conservadores son intervencionistas, los intervencionistas abogan por la igualdad y los blancos son negros.

Hay un problema de resaca consumista y otro de desconfianza universal, que juntos y revueltos provocan una rigidez de efectos y mercados desconocida.

Surge en este entorno movedizo una palabra mágica que es "racionalizar" -formular u organizar un asunto siguiendo normas racionales-. Organizar una actividad social, laboral o comercial de forma que se abaraten los costos y se incremente el rendimiento: por ejemplo, la fusión de varias compañías de transporte permitiría racionalizar las comunicaciones de toda la isla. Ahorrar, gastar menos, ajustándose a una norma racional: racionalizar el consumo de agua sería una muestra. Racionalizar los horarios, otra. Matemáticamente, quitar las raíces del denominador de una fracción, multiplicando el numerador y el denominador de la fracción por la expresión adecuada.

Muchos expertos, en este ambiente de rigidez marcada y mecánica, no están muy conformes con el disparate de dinero que se está inyectando y que se va a inyectar.

Suponga que el coche a 200 km/h se sale de la carretera por un lado. La pregunta: ¿es bueno que le mande un volantazo?, o por el contrario ¿es mejor que mantenga firme el volante, con leve deriva, aunque haya que tragarse baches y piedras? ¿Es mejor acelerar o frenar?