ESTO es, la Sociedad General de Autores y Editores de un país que parece llamarse España al decir del Gobierno de ídem, que pretende dirigir hacia no se dónde don José Luis Rodríguez Zapatero, alias ZP. Aquellos, los de la SGAE, son los del "signo de la ceja circunfleja", ampliamente propagado en apoyo de la campaña electoral del entonces candidato. La dicha sociedad está dirigida, presidida, o lo que sea, por el que fue cantante canario conocido como Teddy Bautista.

El pasado martes, 5 de mayo, nos desayunábamos con la noticia en la primera de El Mundo: "La SGAE se lleva el 10% de lo obtenido para salvar a un niño". Ni que decir tiene que la náusea fue tremenda. La referida sociedad requisaba el 10% de lo que se obtenía en un concierto benéfico, a favor de un niño aquejado de Síndrome de Alexander, en el que cantaba gratis total David Bisbal. No me cabe duda alguna en cuanto a que la referida SGAE, en tanto que tal, se preocupe por defender los derechos los derechos de autor pues que ese es su fin. Lo que sí me preocupa hondamente es que una sociedad privada (a no ser que lo de la ceja circunfleja le haya otorgado carácter público) se constituya en institución u órgano ejecutivo con tanta o más fuerza recaudatoria que el mismísimo Ministerio de Hacienda.

Uno, yo, pensaba que vivía en un Estado de Derecho tal y como reza el artículo 1.1 de nuestra vilipendiada Constitución. Parece ser que no, pues hasta en eso del Derecho se la vilipendia. En aquel Estado de Derecho que nos prometíamos se entendía que los jueces son quienes tienen que dirimir. Y es en este sentido que me parece entender que los derechos de los autores, a través de la SGAE si sus estatutos determinan obligada pertenencia, han de someterse también al poder judicial. Y si alguien contraviene esos derechos, lo que debieran hacer (no se les debería autorizar o permitir otra cosa) es reivindicarlos a través de la justicia. Desde luego, no se les debería permitir que actúen como una "familia a lo Corleone". No se les puede permitir, como en el caso que nos ocupa, que ostenten la potestad de autorizar o no un concierto si no se les paga previamente el canon que reclaman. ¿Ostentan acaso delegación del Gobierno a tal fin? ¿Acaso la detentan por permisividad o genuflexión del presidente del Gobierno ante el lobby?

En tanto que ciudadano tenido como potencial defraudador, o sea golfo, al que se le aplica un canon en la compra de CD virgen porque la SGAE, y presumo que el Gobierno de ZP, entienden que los voy a dedicar a piratear obras con derecho de autor, me permito devolverles el calificativo: golfos ustedes. Y además, por lo sucedido en Roquetas, desalmados. Porque hay que carecer de alma para personarse en la clínica a requerir de la madre del niño el pago para la "autorización" del concierto. Así, con un par; con más fuerza que un juez.

Hemos podido leer en El Mundo del día 6 que la SGAE se retracta y devolverá como donación aquel importe requisado. Encima para que se les considere como filántropos. ¡Qué vergüenza! ¡Qué país!