CON DESALADORA intermedia. Es la propuesta que durante un largo tiempo ha venido ofreciendo Alberto Vázquez Figueroa con el objetivo de una mayor eficiencia energética. Consiste en elevar agua del mar, en horas de menor demanda eléctrica (horas valle), pasando por una desaladora en cota intermedia, para acumular agua en una balsa en lugar apropiado de 800 a 1.000 metros de altitud aproximadamente. Luego, en horas de mayor demanda eléctrica (horas punta) hacer descender aquel agua a la estación de bombeo-turboalternador para producir energía eléctrica que se acopla a la red de distribución. Todo ello consiguiendo a la vez agua desalada para consumo y retornando la salmuera diluida al mar sin riesgo de contaminación por excesiva salinización.

Lo anterior es una muy breve síntesis de lo pronunciado por don Carlos Soler Liceras en una magnífica conferencia dada en el Casino de Tenerife el pasado día 20 en el ciclo organizado por el Colegio Oficial de Químicos de Canarias que, a la sazón, preside don Miguel Jaubert. Cita anual de este ciclo, desde hace algunos años, que nos otorga múltiples puntos de vista de la implicación de la química en nuestro acontecer diario; y siempre con un notable grupo de profesionales en diversos campos.

Quiero centrarme en la conferencia antes citada porque, como técnico que he sido en materia de energía eléctrica y también preocupado de la eficiencia y rentabilidad de cualquier proyecto tanto en su vertiente económica como social, siempre me atrajo la idea de Vázquez Figueroa. Tanto más para un espacio insular como el nuestro y con grandes demandas de agua y energía eléctrica, ya sea por el turismo y el crecimiento poblacional de derecho como por nuestra producción platanera. Y porque he venido intuyendo un rechazo desde la Administración canaria a la implantación de dicho sistema reversible, sin acertar al porqué.

Don Carlos Soler Liceras es un ingeniero de caminos, canales y puertos, con demostrada solvencia en su quehacer profesional. Baste decir aquí, que no es lugar expositivo de su currículo, que ha sido distinguido con el premio Agustín de Betancourt y que es el artífice de la recuperación de la Fuente Santa, tantos años sepultada a consecuencia de la erupción del volcán San Antonio en el municipio de Fuencaliente de La Palma. Por esta laboriosa y eficaz recuperación fue nombrado Hijo Adoptivo de dicho municipio. Quiero decir que a don Carlos Soler le sobran conocimientos, formación y capacidad profesional para otorgarle credibilidad al apostar por un proyecto.

El "Sistema Reversible con Desaladora", como él exponía, proporcionaría al entramado energético de Tenerife y de Gran Canaria un apoyo indiscutible a la producción de agua para consumo y al aplanamiento de la demanda eléctrica haciendo decrecer las costosas necesidades de producción en horas punta. Y además, en tiempo de apuesta por la energía renovable, fundamentalmente eólica, al crecimiento de ésta porque el sistema reversible de Vázquez Figueroa permitiría ejercer de acumulador, en forma hidráulica, de la producción de la eólica para los momentos de carencia de viento.

En definitiva, un proyecto cargado de ventajas. Y no entiendo, mejor no quiero entender, por qué desde la Administración canaria no se le presta la debida y urgente atención dadas nuestra situación y dependencia energética.