La OST viaja a China. ¿Es realmente necesario?

Hace unos días, ojeando los periódicos digitales, ¡cuál no sería mi sorpresa!, encontré un artículo sobre el tan ansiado viaje a China de la Orquesta Sinfónica de Tenerife (OST). Digo que fue una sorpresa, pues veo que también hay quien piensa, de sus músicos y su increíble viaje, lo mismo que muchas personas que conocemos lo que se cuece dentro de nuestra "orquesta representativa".

En primer lugar, su director. Por supuesto que no discutimos sobre su valía como profesional, pero sí que es intolerable que, mientras cualquier músico tinerfeño, y hay muchos, no tienen la posibilidad de viajar ni siquiera a cualquier rincón de España a interpretar su música, este señor sí puede viajar a su tierra no sólo a pasar unos días con su gente, sino que, además, va pagado con los impuestos que a tantos tinerfeños nos cobra nuestro Cabildo.

Y sobre los profesores de la OST, ¿cómo nos pueden decir que nos representan? Son muchos los músicos que vienen a Tenerife como refuerzos de la orquesta, llamados por sus amigos (los "jefes de cuerda") para hacer dinero fácil, pues nada más echar una ojeada a las distintas actuaciones musicales de la isla, ahí están. ¡Oh, casualidad!, siempre los mismos. A ellos no se les resiste ningún escenario; tanto sirven para una sinfonía de Mahler en el auditorio capitalino como para una zarzuela de Solozábal en nuestro Guimerá, pasando por iglesias, ayuntamientos, bibliotecas y si, hace falta también, por bodas, bautizos y comuniones.

Señores, que ya va bien, que tenemos un puñado bien grande de nuestros músicos, regados tanto por la Península como por distintos países europeos, a los cuales no se les da oportunidad de estar en su tierra, ni mucho menos participar de grandes viajes como éste.

Pregunto: ¿qué hacen nuestros políticos nacionalistas que tanto se llenan la boca al hablar de su lucha por las Islas? ¿Es que acaso nuestros hijos músicos no forman parte de su programa electoral? ¿Es que tenemos que conformarnos cuando estos terminan su carrera, con verlos mendigar un mísero "bolo" con la Sinfónica? Eso sí, siempre y cuando el jefe de turno no tenga un amigo al que llamar, estén en Pekín, en Madrid o en La Laguna, o simplemente en el Conservatorio, en mitad de una carrera que está todavía lejos de terminar.

Por esto, señores gobernantes del Cabildo de Tenerife, tienen que defender más lo nuestro, y con ello me refiero a nuestra gente. Nuestros votos cuentan, y si votamos nacionalista es porque tenemos la ilusión de que los nuestros puedan trabajar en las Islas y no tener que salir de ella para que otro venga a ocupar un puesto, para el que nuestros hijos, amigos o familiares están tan preparados o más que cualquiera que venga de fuera, cuyo único mérito es "ser amigo de...".

Por lo tanto, ahora con crisis, con pobreza extrema, con un alcalde capitalino declarando su ciudad en estado de emergencia social, ¿cómo se permiten el tremendo lujo de sacar a pasear a unos señores, que lo ganan muy bien y distan mucho de estar en estado de emergencia? ¿Es realmente necesario este viaje? ¿Es la época adecuada para llevarlo a cabo? Señores políticos nacionalistas, que nuestra gente lo está pasando muy mal, y si no pregunten ustedes a todo aquel que tiene a la mayoría de su familia en paro.

En resumen, ¿qué opinan, señores lectores, de que la Orquesta Sinfónica de Tenerife viaje a China en esta época?; ¿qué les parece las "irregulariades" que suceden a diario en nuestra agrupación sin que sus responsables pongan remedio?

Nacionalista por devoción