HACE UNOS pocos días nos encontramos con que un coche, en una maniobra que debió ser tremendamente aparatosa y muy extraña, se encajó dentro de la fuente llena de agua de una rotonda recién estrenada en el municipio de La Matanza. Quedó medio sumergido, en el centro. La primera conclusión es que conducimos muy mal ¿eh? y en las rotondas andamos despistados como cucas. Es que ni queriendo el nota, y aunque hubiera sido un jeep de competición, lo clava, como lo clavó, al centro y pa´dentro. ¿Qué cosas? Y hasta bonito que quedaba, loco. Ni con un ovni se aterriza tan quirúrgicamente. Situaciones de magia potagia o del Circo Mundial, que por cierto y por una vez en Santa Cruz-La Laguna se acampa con la dignidad que merece la ciudad, como la acontecida con ese "coche-pato" convertido en submarino que tocó fondo, llenándonos de perplejidad.

Igualito, igualito... que la recesión mundial. El Gobierno anuncia que la economía también tocó fondo en el primer trimestre del año. La caída del PIB, un 1,9% entre enero y marzo, es la mayor en 50 años, desde que Franco era corneta. El retroceso interanual es del 3%, peor que los cálculos más pesimistas, pero aún así el Gobierno insiste en que ya tocamos fondo.

Con franqueza, puede que hasta lleven razón, pero lo que habrá que ver es qué tipo de fondo hemos tocado. A lo peor, lo más importante no es el tope, sino tener alguna idea de en qué clase de arenas movedizas estamos inmersos.

Cualquier situación puede analizarse siempre desde diferentes perspectivas y valorarse de distinto modo, dependiendo de las gafas con que analicemos esa realidad. El secretario de Estado de Economía, nuevito de paquete, don José Manuel Campa, eligió la óptica rosa y lanzó un mensaje de moderado optimismo en su estreno en el cargo, aun a pesar del desplome del consumo familiar y la industria. "Algunos indicadores sugieren que el segundo trimestre no va a ser tan negativo como el primero", afirmó, y suena bien.

Lo malo es que la comparación parte del periodo más oscuro, los tres primeros meses del año. http://www.elpais.com/videos/economia/Zapatero/asegura/caida/PIB/negativa/otros/paises/UE/elpepieco/20090520elpepueco_1/Ves/. "Empezamos a ver la luz al final del túnel", comenta la ministra doña Elena Salgado. Bien, pero ¿y si ahora que vemos la luz descubrimos un tren en sentido contrario? Yo una vez pinté un cuadro al óleo y cuando lo cató un amigo me trasladó que el marco era muy bonito. No comentó ni "mú" sobre la pintura en concreto, lo entendí y no pregunté más.

Quiero decir que se puede seguir engañando y, en la metáfora, al tío que se encalló en la fuente de La Matanza animarlo con mentiras como "tranquilo, vas por la autopista a 100 por hora", aunque quizás lo mejor es iluminarlo; "usted está metido hasta el cuello en mitad del pozo". ¿Se puede salir? Sí, pero mojándose.

Sin ir más lejos, el INE (Instituto Nacional de Estadística) informó de que el naufragio va a más. También dio las claves para analizar las entrañas del PIB y, como ya es habitual en cada coletazo trimestral de esta virulenta crisis, los principales responsables del desastre son la débil demanda de las familias, que cedió más del 4% respecto al primer trimestre de 2008, y la inversión, cuya caída superó el 13%. Los datos muestran un agarrotamiento en las decisiones de gasto en hogares y empresas. "La actitud de los actores económicos es racional, ya que, por ejemplo, nos acercamos a tasas de paro cercanas en Canarias al 30%. Preocupan, igualmente, los descensos de la inversión empresarial, que son sinónimo de no recuperación futura. Pesan también mucho los racionamientos o desabastecimientos crediticios. La reciente mejoría en la financiación mayorista no se ha notado a pie de calle, sobre todo en las pequeñas y medianas empresas", sostiene don Emilio Ontiveros, presidente de Analistas Financieros (AFI).

El sector exterior, que había salvado algo la papeleta en los trimestres anteriores, ha contribuido ahora mucho menos al crecimiento del PIB. Tanto las importaciones como las exportaciones intensifican su contracción aplastante.

Al presidente de AFI le preocupa lo que denomina "la caligrafía de la recuperación". Una vez confirmado que esta crisis no va a tener forma de V, "la pregunta es en qué momento saldremos de la panza de la U", señala y añado, si no es una "L" o una raya "-".