UNO COMIENZA este "ladrillo dominical" con amargo sabor de boca, porque el debate del "mal" Estado de la nación, que ha servido para que el Gobierno de Zapatero nos deje a los españoles más desconcertados de lo que ya estábamos, a los seis años de la tragedia del "Yak-42", han celebrado el juicio oral y han condenado a tres presuntos culpables de la confusión en las identificaciones de 30 de los 62 militares que murieron en el accidente, después de haber quedado claro en las comparecencias que el personal médico turco fue el que, quizás por desconocimiento de la materia o porque no se había enfrentado a un problema de esta clase y de tan complejas dimensiones, fue el que cometió los fallos calificados como delitos por los tribunales de justicia españoles. La Audiencia Nacional, que juzgó a los acusados, condenó a tres años de prisión al general Vicente Navarro y a 18 meses de cárcel al comandante José Ramírez y al capitán Miguel Sáez. Se les ha acusado de un delito de falsedad en documento oficial cometido por funcionarios públicos. A pesar de que el general Navarro asumió todas las responsabilidades por los errores cometidos en la identificación, al comandante Ramírez y al capitán Sáez se les condena por "un delito en grado de complicidad o auxilio no necesario", porque el delito se podría haber cometido sin necesidad de ellos. Encima, la Audiencia Nacional condenó al general Navarro a pagar una indemnización de 10.000 euros a las familias de cada uno de los 30 militares erróneamente identificados, en total 300.000 euros.

Aunque las familias de las víctimas dicen que exigirán más responsabilidades, el que en aquel tiempo ocupaba el Ministerio de Defensa, Federico Trillo, dijo que respeta el fallo del alto Tribunal, pero que no lo comparte. Personalmente, uno cree que las acusaciones y las condenas no van a resucitar a los muertos en el trágico accidente ni van a darles más méritos que el de haber perecido en una misión en que era su Patria a la que defendían y por la que hicieron su juramento. Dicen que el general Navarro no irá a la cárcel por su edad. Ignoro si los otros oficiales cumplirán entre rejas los 18 meses de prisión a que los condenó la Audiencia Nacional. Un servidor, como el señor Trillo, respeta, pero no comparte, la sentencia, que no le parece justa para aplicar a los calificados, por los jueces, como delitos, aunque, para muchos españoles, no lo parezcan.