DE BENEDICTO XVI a Tierra Santa. En España, salvo valiosas excepciones, los medios informativos nacionales y locales no han sido lo suficientemente rectos y explicativos. Se han destacado, no pocas veces, en simplones comentarios, nada de mirar con la máxima atención los gestos, las palabras y los hechos del Santo Padre en todo su recorrido apostólico. Acerquémonos a la verdadera realidad de este viaje a Tierra Santa, tan marcadamente histórico como apostólico. Estas son sus afirmaciones:

1) "Que ha sido una visita pastoral a los fieles que viven allí, un servicio a la unidad de los cristianos, al diálogo con los judíos y a la construcción de la paz en Tierra Santa. Símbolo del amor de Dios por su pueblo y por toda la Humanidad, es también símbolo de la libertad y de la paz que Dios quiere para todos sus hijos".

2) "La historia de ayer y de hoy muestra que precisamente esta tierra se ha convertido también en símbolo de lo contrario, es decir, de divisiones y de conflictos interminables entre hermanos. ¿Cómo es posible? Es justo que este interrogante interpele nuestro corazón, si bien sabemos que un misterioso designio de Dios concierte aquella Tierra, donde Dios ha enviado a su Hijo como víctima de expiación para los pecados. Tierra Santa ha sido llamada un quinto Evangelio, porque aquí podemos ver, es más, tocar la realidad de la Historia que Dios ha realizado con los hombres".

3) El l2 de mayo pasado el Papa comenzó la travesía por los Santos Lugares, encontrándose con los cristianos autóctonos y los miles de peregrinos que habían llegado de todas las partes del mundo. En el Valle de Josafat, frente a la basílica de Getsemaní y el Huerto de los Olivos, el Papa reconoció las dificultades y sufrimientos que atraviesan los habitantes de estas tierras, y la misión que tienen precisamente por vivir en esta Ciudad Santa: "Estáis llamados a servir no sólo como un faro de fe para la Iglesia universal, sino también como levadura de armonía, sabiduría y equilibrio en la vida de una sociedad que tradicionalmente ha sido y sigue siendo plural, multiétnica y multirreligiosa". Judíos, musulmanes y cristianos, afirmó el Papa en Getsemaní, consideran esta ciudad como su patria espiritual. Cuánto hay que hacer todavía para que sea realmente una ciudad de paz para todos los pueblos, donde todos puedan venir en peregrinación en busca de Dios y escuchar su voz, una voz que habla de paz.

4) El 13 de mayo, festividad de la Virgen de Fátima, Benedicto XVI viajó hasta Belén, la ciudad que vio nacer al Hijo de Dios. En esta histórica ciudad, el Papa tuvo un encuentro con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, al que le aseguró que la "Santa Sede apoya el derecho de su pueblo a la soberanía de una patria palestina en la tierra de vuestros antepasados, segura y en paz con sus vecinos, dentro de fronteras reconocidas internacionalmente. Aunque a tiempo presente la realización de este objetivo parezca lejana, le animo, al igual que a su pueblo, a mantener viva la llama de la esperanza". Y en la Eucaristía que Benedicto XVI celebró en la plaza de Belén les dijo a los peregrinos que llegaban de Gaza: "No tengáis miedo" y, recordando a Juan Pablo II, les animó a que continuaran consolidando su "presencia y ofreciendo nuevas posibilidades a quienes están tentados de partir", aludiendo claramente a la cantidad de jóvenes que emigran cada año.

5) A lo largo de estas jornadas, el Papa se entrevistó, en el convento de los franciscanos, con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y visitó la basílica de la Anunciación, donde hizo referencia al reducido número de cristianos existente en el Estado de Israel y de Palestina. Pero que esta situación "debe recordarles la de la joven Virgen María, que llevó una vida apartada, en Nazaret, con una vida cotidiana parca en riquezas e influencias mundanas".

6) Benedicto XVI puso punto final a este viaje histórico con la visita a la basílica del Santo Sepulcro, en Jerusalén, donde oró durante varios minutos ante la losa en la que, según la tradición, Cristo resucitó, y ante el propio Calvario expresó este mensaje apostólico: "Aquí Cristo nos ha enseñado que el mal nunca tiene la última palabra, que el amor es más fuerte que la muerte, que nuestro futuro y el de la Humanidad está en las manos de un Dios providente y fiel".

7) Ya en el aeropuerto de Tel-Aviv, de regreso a Roma, manifestó esta aclamación con el mundo entero como testigo: "¡Nunca más derramamiento de sangre! ¡Nunca más enfrentamientos! ¡Nunca más terrorismo! ¡Nunca más guerras! Rompamos el círculo vicioso de la violencia. Que pueda establecerse una paz duradera basada en la justicia verdadera, reconciliación y curación".

Este viaje de Benedicto XVI a Israel "no sólo ha sido un éxito, sino que el mundo necesita desesperadamente el modelo de este Papa para la reconciliación" (el rabino Yechiel Carrol). "Benedicto XVI, en este viaje a Tierra Santa, ha afrontado las cuestiones más serias de nuestro tiempo. El mundo necesita un gran líder espiritual. Y este Papa tiene ese liderazgo moral y de pensamiento. Pero no está hecho de miel. El problema para Vdes., los periodistas, es que no ha sido un viaje para las páginas de los periódicos; ha sido un viaje para los libros de Historia" (Simon Peres, presidente de Israel). ¿Qué ha sido y está siendo este viaje para los cristianos y para la sociedad en general, en lo político, social y espiritual?

* Capellán de la clínica de S. Juan de Dios