DIRECTAMENTE me refiero a dos casos que conozco bien, hay muchísimos más, sobre la salida por donde no debería, de agua contaminada con sustancias fecales y orina, procedentes de desechos orgánicos humanos o animales. Fohh.

En Canarias, dada la mala calidad histórica de las construcciones y muchas veces la escasa relevancia que al tema han otorgado las administraciones, junto con la existencia de algunos irresponsables o desaprensivos que no han previsto el requerimiento ineludible de eficientes sistemas de canalización, tratamiento y desalojo, se producen con más frecuencia de la entendible episodios de vergüenza y asco público. La nula o mala previsión y exigencia profesional técnica acaba generando, años más tarde, graves inconvenientes sanitarios o de contaminación. Es muy dañino para el turismo y afecta de lleno a la imagen colectiva en lo referente a la capacidad de ordenación propia, porque esto si que no tiene nada que ver con Madrid.

1.- La Salle es una calle que recientemente ha sido remodelada, cambiada de look en una vía principal de Santa Cruz. En los bajos, en el número 7 (ahora mismo usted puede comprobarlo en algo que se repite con el encharcamiento profundo, en media bimensual, de una parte del sótano habilitado como academia), se produce el alumbramiento continuado de aguas negras, denominadas así por el color, y cloacales porque son transportadas mediante cloacas (del latín cloaca, alcantarilla), nombre que se le da habitualmente al colector. ¡Ojalá fuera petróleo! Se establece una diferencia entre aguas servidas y aguas residuales en el sentido que las primeras sólo provendrían del uso doméstico y las segundas corresponderían a la mezcla de aguas domésticas e industriales. En todo caso, están constituidas por todas aquellas aguas y guarradas que son conducidas por el alcantarillado, incluyendo las aguas de lluvia y las infiltraciones del terreno.

Tal como denuncio, parte acaba desembocando en locales, sótanos o casas de pueblos, barrios, villas, ciudades. En muros, en paredes? Se telefonea a Enmasa y contestan que no es su responsabilidad. Se llama al ayuntamiento y les dan largas o se encogen de hombros ante estas incómodas y persistentes fugas desde las teóricas redes de alcantarillado. Los seguros están aburridos. Hay que picar, son obras lentas, sólo solucionables integralmente.

2.- Caso distinto pero igual es el de un edificio en el barrio costero de La Viuda, entre los municipios de Candelaria y Arafo. En su momento, el listo que lo construyó, y dado que no había red pública de alcantarillado -todos hacían lo mismo-, excavó un pozo que de vez en cuando purgaba y vaciaba el ayuntamiento. Ahora, por lo que sea, ya no se hace y el poco recomendable líquido, desde hace meses y años, va enfilado en ríos perpetuos y sin el menor control a las cercanías de la bonita playa de La Viuda.

Por allí cerca, en otra muestra de calamidad, sucede también que otro propietario tiene sus desagües conectados al pozo del vecino por un acuerdo verbal de sus abuelos cuando Franco era corneta. Ahora el citado receptor ya no quiere el enganche, aquello no furula, con lo que se provoca una situación conflictiva y fétida, dado lo asqueroso del desecho del que hablamos. Hay demasiada chapuza, en general heredada de hace años, pero sobre la que no queda más remedio que actuar.

Con los emisarios submarinos pasa otro tanto igual. Como ejemplo, en el barrio de Añaza, en Santa Cruz de Tenerife, a la derecha de la explanada de la costa, usted mismo también puede ver cómo finaliza a tiro piedra el tubo que trae la pestilencia. Roto y generoso vierte sobre las piedras de la costa. Hala, hala, ?los borbotones a las rocas y a la playa.

Para cualquier responsable, no es lo más popular gastarse las perras en solventar el desaguisado. Desde el punto de vista político, y por ejemplo para un alcalde, dedicar los cuartos a abrir un montón de calles e intentar poner las redes de canalización que por "h" o por "b" no se hubieran puesto, puede ser una cruz electoral de la que se beneficiaran en legislaturas futuras y de la que se perjudicarán probablemente él y su partido. Es mejor construir un polideportivo o poner banderitas y tirar voladores para la Sociedad de Desarrollo.

Se hace evidente, y más con los tiempos que corren, la necesidad imperiosa de un gran pacto para acometer toda la obra oscura que necesita Canarias.