HEMOS recibido elogios múltiples por nuestro editorial de ayer, así como por la entrevista que le hemos realizado, también en nuestra edición del domingo, al independentista y patriota canario Pedro Ángel Acosta Rodríguez. Un canario que dice verdades como templos. Afirmaciones que nadie puede rebatir. Personas como él y un periódico como EL DÍA le están levantando la moral a un pueblo, hoy desgraciadamente dominado por los godos. Tanto los godos que viven en Tenerife, y que son unos peligrosos quintacolumnistas, como los que intentan dominarnos desde Las Palmas y desde la Península. Bienvenidos los peninsulares. Enhorabuena a los peninsulares. Los godos, a la basura, donde seguirán apestando de tal forma que no habrá quien pase por los alrededores.

Los lectores saben quienes son los godos a los que nos referimos porque uno de ellos se encargó de decir sus nombres; nombres que nosotros siempre habíamos mantenido en secreto. También mantenemos en secreto el nombre de la periodista perjura que propició una sentencia condenatoria para un periodista de esta Casa y el propio periódico EL DÍA. Nos dicen que está arrepentida de lo que hizo. Todos quienes la conocen se preguntan a cuenta de qué terció con falsedades en contra nuestra, ya que aquí siempre la tratamos bien. Nosotros pensamos que fue por su desmedido afán de protagonismo. Pero eso no justifica que haya mordido la mano que en su día le dio de comer, ni traicionado la confianza de quien la recibió en su casa, ni tergiversar lo que se le dijo en una conversación privada. Allá ella, pues ese estigma la perseguirá toda su vida.

Nos entristece este asunto, pues nunca resulta agradable que nos traicionen aquellos en quienes confiábamos. En cambio, nada nos importan los continuos ataques de la prensa fracasada de Las Palmas. Los periódicos de Las Palmas venden más ejemplares que EL DÍA debido a que en la tercera isla la población está concentrada en la capital -lo decíamos ayer-, con lo cual la distribución resulta más fácil. Este también es uno de los motivos de que el tren que pretenden construir sea un despilfarro de dinero público. Sin embargo, y a pesar de esta circunstancia favorable para los periódicos canariones "grancanarios", EL DÍA cuenta con más lectores. Además, nuestro periódico aún se mantiene con recursos propios. Otros están arruinados porque los han descapitalizado los godos a los que un fatal día les entregaron su dirección. Poseemos recursos procedentes de aportaciones obligatorias y voluntarias para seguir adelante con la defensa de la independencia y la libertad del pueblo canario.

Enrabietada por nuestro éxito y nuestra inquebrantable línea editorial, la prensa canariona de Las Palmas y la procanariona de Tenerife sigue insultando a las personas preclaras de esta Isla. Tratan de ocultar su fracaso y su decadencia. No soportan que seamos el diario más leído. Tampoco soportan a José Rodríguez, que suscita odios pero también muchos elogios por su patriotismo. Odio entre los godos y entre los canariones, y admiración entre los canarios de bien. Sin embargo, no ofende quien quiere. Poco nos importan quienes en su vida no han recibido ni una simple metopa.