LAS REGIONES Ultraperiféricas (RUP), Azores, Madeira y Canarias, lograron este estatus dentro de la Unión Europea para luchar contra las desventajas que supone su ubicación geográfica alejada del continente y acercar el nivel de vida y renta de su población al del resto de europeos. Este trato diferenciado les permitió acercarse a Europa a todos los niveles. Sin embargo, ahora ha llegado el momento de dar la vuelta a este argumento y aprovechar las ventajas que puede aportarnos la cercanía de estas áreas al continente africano.

La lejanía era una desventaja. No obstante, ahora para Europa es un privilegio tener una RUP, y éstas deben pelear para convertirse en embajadores de la UE: en agentes que permitan potenciar las relaciones de Europa con otros continentes (tricontinental). Pero este esfuerzo tiene que realizarse de manera conjunta y no sólo por los gobiernos locales, pues, al formar éstas parte de Europa, todo lo que a ellas les afecta atañe también al continente y viceversa.

Por ello, consideramos que todas las instituciones (nacionales y supranacionales) deben arrimar el hombro y poner los medios suficientes para que esta meta sea una realidad y las Islas se conviertan en un nodo de conectividad (mercancías, transportes, comunicaciones?) y en el principal nexo entre el Viejo Continente y África.

Con la presidencia española de la Unión Europea, en los primeros seis meses de 2010, se nos brinda una oportunidad de oro que no podemos desaprovechar. Y, por ello, hemos presentado una serie de iniciativas en el Senado para que éste inste al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero a que lleve a cabo cuantos esfuerzos sean necesarios para potenciar la creación de la llamada Plataforma Atlántica Euroafricana, que es un espacio de cooperación con las regiones y sus países vecinos.

Aquí debemos recodar que ZP prometió crear en el primer semestre de su legislatura una oficina estable de las RUP en Canarias. Promesa que no ha cumplido.

Hasta ahora, las políticas comunitarias que afectan a las Islas y, por supuesto, a todas las RUP han estado orientadas a fortalecer sus relaciones con los países miembros, ignorando sus vínculos con los que son sus vecinos geográficos. No obstante, a nuestro juicio, esta relación debe reorientarse para así poner en valor la importancia geoestratégica y geoeconómica del espacio que conforman Azores, Madeira y Canarias con África.

En este contexto será necesario mejorar la conectividad aérea y marítima con los países terceros de nuestro entorno geográfico. De esta forma, se potenciará un crecimiento basado en la mejora de las relaciones comerciales entre ambos espacios económicos, ya que tenemos que ser conscientes del enorme potencial que tendrían para nosotros este tipo de acercamientos.

Por otra parte, fortalecer la creación de un mercado regional transfronterizo en la región euroafricana permitiría, a su vez, reducir la excesiva dependencia que las RUP tienen de la Europa continental, mitigando los efectos negativos que para las regiones ultraperiféricas genera esta relación desigual.

Todo este proceso, como no podría ser menos, debe estar liderado por Canarias, tanto por sus singularidades geográficas, como por sus particularidades económicas. Y para ello, insistimos, es fundamental contar con el firme compromiso del Gobierno central, que es lo que vamos a pedir en la Cámara Alta.

No en vano, las Islas han impulsado el crecimiento de las RUP en los últimos años, además de ser, con 2,5 millones de habitantes, la región más poblada. De hecho, Canarias aporta el 83% del Producto Interior Bruto de las RUP, que creció al 7,2% anual entre 1995 y 2006.

Por dar otro dato, resulta revelador que en 2008 el 6,4% de las exportaciones canarias tuvo como destino algunos de los países que forman parte del llamado espacio atlántico euroafricano (Mauritania, Marruecos, Senegal, Cabo Verde y Guinea Ecuatorial), lo que supone un total de 230 millones de euros al año. En el otro lado de la balanza, el 7,5% de los productos y servicios que importa el Archipiélago procede de este bloque de países africanos.

A la vista de todos estos argumentos, podemos decir que resulta vital para el futuro de Canarias (y, por extensión, de España y Europa) reorientar la estrategia de inserción regional propuesta por la Comisión a favor de las RUP, de forma que desde Bruselas se valore, se potencie y se aproveche su proximidad a los países terceros vecinos, convirtiendo esta realidad en un eje más de su crecimiento futuro.

Para ello, es necesario que las autoridades competentes tomen conciencia de ello y den prioridad a la cooperación en este espacio atlántico euroafricano, para que las regiones más alejadas de la Unión Europea afronten con éxito el reto que ahora se les plantea en un mundo globalizado como el actual.

* Senador del Partido Popular por Tenerife, vicepresidente y consejero de Sanidad y Relaciones con la Universidad del Cabildo de Tenerife