¡ADIÓS, 2009! Fue un año horríbilis para muchas familias en todos los aspectos. El pasado mes, hablando Luis y Julia, una pareja de jóvenes, me comentaban que jamás podrían haberse imaginado hace dos años que se verían en la situación en que se encuentran: ambos sin trabajo, percibiendo la prestación por desempleo (que se les acaba en breve), con una niña de un año y demandando ayudas en Cáritas? Y las perspectivas para el nuevo año no son muy halagüeñas para ellos, pues se verán obligados a renunciar a su vivienda -hipotecada- ya que no pueden pagar las cuotas mensuales, y recalarán en casa de los padres de uno u otra? Pero es que, lamentablemente, no se trata del único caso.

Yo sigo teniendo fe y esperanza (a pesar de los malos augurios) de que esto pasará más pronto que tarde. Tengo informaciones sobre el crecimiento de las reservas de visitantes turísticos para 2010, así como que va habiendo confianza entre el empresariado de las pymes y los bancos. No nos olvidemos que esas pymes son las que generan más del 85% del empleo en nuestro país y que la banca se debe dar cuenta de que hay que ayudarlas para que comiencen a generar puestos de trabajo y el motor de la economía se empiece a mover. Pero tampoco olvidemos el pasado para que no caigamos de nuevo en el consumismo compulsivo: consumir sí, pero lo justo y necesario.

Antonio (lo llamaré así) es una persona sin techo, sin hogar, que deambula cada día por las calles de Santa Cruz. Quizá alguien crea que escribo sobre un individuo vestido con harapos, oliendo mal por su suciedad y tirando de unos bultos con sus efectos personales; nada de eso. Antonio, en su aspecto externo, es una persona como usted y como yo, que se confunde con el resto de los viandantes de nuestra ciudad. Sólo se le diferencia en que a mediodía acude a algún comedor social a alimentarse y, llegada la noche, va a asearse, ponerse ropa limpia y dormir en nuestro centro Café y Calor; aunque también es posible que una vez cene, deba volver a la calle a buscar algún cajero automático, soportal, zaguán, etc. donde pasar la noche y dormir, si lo dejan, porque no tenga plaza, ya que se cuenta con un sistema rotatorio para ocupar las camas (en el área metropolitana hay unos 500 "antonios" y plazas sólo para 125, entre Café y Calor y el Albergue, más o menos). Y digo "si lo dejan dormir", porque es posible que la Policía lo obligue a abandonar el lugar elegido para su descanso o que si lo hace en el parque de La Granja, a las cinco de la madrugada se ponga en marcha el sistema de riego de los jardines y Antonio tendrá que salir huyendo empapado en agua.

No crean ustedes que Antonio ha estado así toda su vida, no. Él es licenciado universitario, casado, con hijos y ejerció su profesión durante muchos años; ahora tiene unos 55. Llegó un momento en que la ruptura en la pareja condujo a la separación. Fue un impacto tan brutal para él que le dio por la bebida y, de soslayo, el juego. Perdió todo, incluso a su familia. Ahora está en un proceso avanzado de deshabituación alcohólica y con un deseo profundo de salir adelante mediante la consecución de un empleo. Es posible que, una vez superados los trámites, pase a otro de nuestros centros para el objetivo que se ha propuesto de su vuelta a la normalidad social y laboral.

Les cuento "grosso modo" la historia de Antonio para que sepan de nuestro centro Café y Calor, ya que el alumnado del colegio Cisneros de La Cuesta, con motivo de esta Navidad, ha dedicado su atención al mencionado centro y se han volcado alumnos, profesores, padres, madres y personal no docente para apoyarlo económicamente. Más de 14.000 euros han recaudado. Desde aquí mi gratitud en nombre de los "antonios" que acogemos y atendemos en Café y Calor.

Ha habido otras iniciativas solidarias de apoyo económico que no debo mencionar por expreso deseo de los donantes, pero sí lo haré con dos: el Club Deportivo Tenerife, cuya plantilla al completo y resto de trabajadores decidieron donar a Cáritas para la labor que llevamos a cabo los 6.000 euros que estaban destinados a regalos y comida de Navidad. Igual iniciativa por importe de 1.250 euros fue del Colegio de Dentistas de Santa Cruz de Tenerife. A todos mi gratitud.

Pero también mi agradecimiento es para usted, amiga y amigo, porque sin su ayuda a lo largo de todo el año, no habríamos logrado los objetivos que nos propusimos para el pasado 2009; por eso confiamos en seguir contando con ustedes para este 2010.

Feliz año nuevo; que este 2010 les conceda sus deseos. Que no olviden la frase: "Comparte incluso lo necesario" y que tampoco olviden a muchos "Luis", "Julia" y "Antonio" que lo están pasando muy mal. Gracias.

de Tenerife