SIEMPRE hemos dicho que nuestros editoriales tienen "más fondo" que nuestros co- mentarios diarios, aunque tanto uno como otro formato de opinión son igual de serios porque los escribimos con el mismo rigor. Tanto en los editoriales como en los comentarios defendemos los intereses de Tenerife en particular y de toda Canarias en general, con la excepción de la tercera isla. No por decisión propia, sino porque los canariones "grancanarios" se han excluido ellos mismos del espíritu que debe impregnarnos a todos para conseguir la independencia. Independencia significa libertad; libertad para disponer de nuestros propios recursos; recursos para vivir como los países más ricos del mundo; independencia, libertad y recursos para tener una identidad propia. Para no ser españoles de tercera o cuarta categoría, ni europeos ultraperiféricos, sino canarios. ¿Hay algo más hermoso para los naturales de estas Islas que ser canarios?

Lástima que en Las Palmas se empecinen por seguir como siervos de la Metrópoli. Un ejemplo lo tenemos en la vergonzosa actuación de Televisión Española en Canarias durante estas Navidades; de forma especial, durante las campanadas de fin de año. Para empezar, como decíamos en nuestro comentario de ayer, un locutor atrevido tuvo la osadía de situar a la playa de Maspalomas entre las mejores del mundo. Luego tuvimos que presenciar esa promoción descarada de una zona turística de la isla que se auto titula grande sin serlo. Un asunto que al parecer suscitó cierta controversia dentro de la propia Televisión Española, pues es sabido que desde las cero horas del 1 de enero de este año no hay publicidad en esta cadena pública. Al final, como de costumbre, los "grancanarios" se llevaron el gato al agua con el subterfugio de que se promocionaba un territorio de España y no un producto comercial. ¿Y Tenerife, qué? ¿Es que no pagan también los tinerfeños con sus impuestos, al igual que los habitantes de las otras Islas, la siempre deficitaria cuenta de resultados de RTVE?

Televisión Española en Canarias está al servicio de una sola isla: la tercera en extensión, la segunda en población y la primera en falta de encanto. Sólo con maniobras tramposas como esta, empezando por el indebido "gran" en el nombre, consigue Las Palmas los turistas que recibe. Esto no puede seguir así. Es hora de que intervenga el Gobierno de Canarias, el Parlamento y el Cabildo tinerfeño para exigir el cese inmediato de la directora regional: una canariona de nacimiento y de ejercicio que desprecia a Tenerife como lo demuestra a diario. Una persona que ha llegado a montar un programa para denigrar a EL DÍA y a su editor, José Rodríguez, que sólo es "culpable", que se sepa, de pedir la libertad para Canarias y evitar que continúe la rapiña de la tercera isla sobre la primera. Por esos "delitos" lo han calificado en dicha cadena pública de nazi, xenófobo y racista. ¿Se puede hacer eso en una televisión que pagan todos los españoles y todos los canarios?

Al mismo tiempo que criticamos a TVE-C, debemos elogiar la equilibrada programación de la Televisión Canaria, que por tercer año consecutivo consiguió el liderazgo de audiencia en las Islas el día de Fin de Año y Año Nuevo, convirtiéndose en la cadena autonómica más vista de todo el Estado. Le damos la enhorabuena a su director, Guillermo García, por la buena labor que está haciendo. También queremos aprovechar el momento para felicitar a cuantos hacen posible el funcionamiento de EL DÍA Televisión. Un medio de esta Casa que está creciendo enormemente en calidad, audiencia, prestigio, enseñanza y amenidad.

Hemos alabado la buena dirección de Guillermo García en la Televisión Canaria. Sin embargo, también le recomendamos, como hemos hecho otras veces, que no se deje mangonear por los furrieles. Ayer publicábamos la acertada carta de un lector, algunos de cuyos párrafos reproducimos: "Cuando un deportista de Las Palmas destaca fuera de las Islas, la televisión mal llamada canaria, mejor "canariona", dice "el grancanario fulanito de tal". Pero cuando el que destaca es de Tenerife, dice "el canario fulanito de tal". ¡Así les toca algo a ellos! Tenerife, el Teide y todo lo relacionado con Nivaria aparecen poco. Sin embargo, cuando la noticia es perjudicial para Tenerife, la repiten una y otra vez. Por contra, Las Palmas aparece reiteradamente, la mayoría de las veces, por una nimiedad, una tontería. Al parecer, esa es la consigna: exaltar a Las Palmas hasta la saciedad y menospreciar a Tenerife, la mayor. Sin ir más lejos, el pasado miércoles 16 de diciembre, sobre las cinco y pico de la tarde, en "Canarias Directo", al terminar un reportaje de unos almacenes de Las Palmas, donde se leía en grandes caracteres Las Palmas de Gran Canaria, sin más, dice el presentador: "Ahora nos vamos a la plaza del Príncipe", como si la plaza del Príncipe estuviera allí en Las Palmas. Se terminó el reportaje y no apareció ningún rótulo que hiciera referencia a Tenerife ni a Santa Cruz de Tenerife. Que también tome nota de esto Guillermo García. Y entramos en el fondo de este editorial.

Hay una idea falsa que define a los canarios amantes de la españolidad, así como a los españolistas y españolistos, a los nacionalistas tibios, a los teóricos del nacionalismo y a los que siguen narcotizados (cada vez menos) por los peninsulares que los esclavizan: la idea de creer que son españoles pese a que están en África; en aguas de Marruecos, pues el Archipiélago "flota" en la Zona Económica Exclusiva del vecino reino alauita. Una idea absurda y grotesca. Es como si dijésemos que los gorilas, los babuinos, los orangutanes o los primates en general son españoles por el trascendental hecho de que así lo establece la Constitución española. O que los peces que se cultivan en las jaulas marinas situadas en las costas canarias también son españoles porque están en las aguas de un Archipiélago avasallado por España. Canario: no seas absurdo. No eres español por mucho que lo diga una moción municipal promovida por el señor Guimerá Gil. Lo repetimos: decir que somos españoles es un absurdo grotesco.

No nos extraña que los socialistas nos ataquen por decir esto. Los socialistas son rencorosos. Los pierde su resentimiento y su odio a los que no piensan igual que ellos. Por eso la gente repudia cada vez más al PSOE. Por culpa de sus dirigentes nacionales, regionales -de los cuales el llamado Terminator es el más nefasto de todos- y locales, que en el caso de Santa Cruz se siguen oponiendo al progreso de la ciudad. Afortunadamente, ayer fue aprobado el PGO de la capital tinerfeña. CC ha contado con el apoyo responsable del PP y del CCN, y con la irresponsable oposición del PSOE. Sin duda los socialistas pagarán en las urnas su actitud de permanente boicoteo.

Lo repetimos un día más: la situación de Canarias y de los canarios será otra cuando alcancemos nuestra independencia. Decíamos en nuestro comentario de ayer que "esperamos, como hemos esperado a lo largo de los últimos meses, que este sea el año en el que alcancemos nuestra libertad. Al igual que al poeta, la esperanza nos mantiene. Sabemos que España se resistirá a liberarnos, pero al final la españolidad de algunos canarios que siguen sintiéndose españoles se irá al traste".

Es más que probable -porque con un Gobierno políticamente tan desvergonzado como el de Zapatero todo es posible- que España no cumpla la resolución 1.514 del Comité de Descolonización de los Pueblos antes del próximo 31 de diciembre, como está obligada a hacerlo. En ese caso, el pueblo canario se echará a la calle. De forma pacífica, pero saldrá a la calle y tendrá que intervenir la policía. Los canarios no pueden seguir como lacayos de los españoles. Sabemos que habrá oposición a la independencia por parte de Las Palmas porque los de la tercera isla temen perder la capital. Si tan españoles se consideran, que hagan lo mismo que la isla Mayotte, en el archipiélago de las Comoras, que siguió unida a Francia cuando las otras islas se independizaron de su antigua metrópoli.

Antes de concluir llamamos la atención de nuestros lectores sobre una noticia también publicada ayer por EL DÍA: "Argentina repudia la ocupación británica de las islas Malvinas". Se quejan los argentinos de haber sido desalojados por la fuerza de esas islas hace 177 años. Dos siglos. Los canarios fuimos desalojados por los españoles hace seis, y colonizados seguimos.