COMBATO pacientemente este catarro que los especialistas calibran en un mes de duración; intento descifrar los logros que anuncia el Laboratorio de Propulsión a Chorro sobre la misión del Wise de la NASA, y me percato de que no puedo ni toser, de todo el tiempo del que ya no dispongo desde que se redujo la publicidad en la TVE? porque lo han hecho ¿no?

Lo reconozco, me ha invadido de nuevo la propulsión profesional obsesa por el tiempo y el espacio: ¿cuánto reiteramos que el mínimo de la calidad informativa consiste en el correcto timoneo de ambas coordenadas? ¿Cuántos espacios ocupan esos ataques invasivos del trancazo? No responden los médicos. También calcula la NASA que la misión podrá durar hasta octubre, pero callan hasta qué alcanzaría el telescopio de lo hasta ahora no visible con la luz infrarroja. Por lo demás, poco sé o se habla de una mejor parrilla televisiva.

El tiempo se ha convertido en más certero, manejable y medible en su continuum, aunque, por definición, sea el espacio lo que es una dimensión -fragmentada-. La verdad es que es difícil eludir en estas abstracciones los ecos de la aprobación del Plan General de Santa Cruz. Una gestión municipal que el periodismo titula de polémica -con un uso de ese adjetivo que lo convierte en neutral y lo vacía de contenido explicativo-. Aunque los títulos constituyen otro tipo de fijación, la tos creo que es la que se ocupa ahora de algunas de mis alucinaciones predilectas: ¿mejoraría la información sin titulares?

Me peleo pacientemente con el catarro mientras me asaltan algunas ideas. Contemplo la protesta vecinal -también enunciada como social- desde un ventanal chicharrero con vistas, y recabo algunas frases, en esa pila de textos que alguna vez creo que manejo, aunque, sospecho, a ritmos de espacio y tiempo se recolocan automáticamente para un baile con la realidad.

En "Especies de espacios", de Georges Perec, el afamado autor de "La vida, instrucciones de uso" afirma: "Me gustaría que hubiera lugares estables, inamovibles, intangibles [?] tales lugares no existen, y como no existen el espacio se vuelve pregunta [?]. El espacio es una duda: continuamente necesito marcarlo, designarlo; nunca es mío, nunca me es dado, tengo que conquistarlo".

El mismo autor asegura que vivir es pasar de un espacio a otro haciendo lo posible para no golpearse.