En su digno periódico de fecha 5 de enero, he leído, en la sección "La Media Columna", de Francisco Ayala, su "Recuerdos del 18 de julio", haciendo referencia a una carta mía que titulé "Más sobre el 18 de julio en Santa Cruz". De su contenido se desprende que cuento cosas que no ocurrieron tal como sucedieron, y faltan algunas más que sí pasaron y no menciono. Haciendo uso de mi derecho de réplica, y abusando de su periódico, paso a manifestar al Sr. Ayala lo siguiente:

Celebro que de toda mi carta sólo haya encontrado dos "peros". Claro está que no todos se hicieron falangistas (primer pero) ni todos los niños nos hicimos flechas (segundo pero), es una forma de decir, como tampoco toda la chiquillería recordará a los capitanes Fermín Galán y García Hernández, héroes de la II República.

El señor Ayala nos dice que al local destinado a los flechas se entraba "por el antiguo Callejón del Combate, luego calle del General Morales". Sufre un lapsus. Se entraba, efectivamente, por la calle del General Morales (antes Amargura) y daba a las calles del Pilar y Santa Rosalía. El callejón del Combate daba a las calles Pérez Galdós y Suárez Guerra, muy distante este callejón de la sede juvenil.

Indudablemente pasaron muchas más cosas de las que yo menciono, pero no era la ocasión para extenderme.

Yo también recuerdo al comandante de Infantería, que creo que se llamaba don Francisco y su hijo Esteban, que llegué a tratar; a don Domingo Fuentes y sus hijos, que uno de ellos era jefe de centuria; a los hermanos Padrón, los Trujillo, Chinea, el "Canarito" y al famoso y querido Illada. Total, que quedo enterado de su bibliografía falangista tan interesante. Como creo que somos coetáneos, y tal vez hemos desfilado juntos, le envío un cordial saludo a modo de nuestra vieja usanza.

Baltasar P. Bes

Transporte público en Santa Cruz de Tenerife

"Utilizar el transporte público contamina un 40 por ciento menos", se puede leer en una parada de guagua en Santa Cruz. Vale, ¡pero tardar una hora y media desde la Rambla General Franco (ahora Santa Cruz) frente a la farmacia hasta Villa Ascensión cuando no es hora punta me parece un abuso!

Para empezar, tuve que esperar a la 911 unos 30 minutos (suele tardar entre 20 y 30 minutos a pesar de que nuestros ediles dicen que pasa cada 10). Luego, en la parada que se encuentra antes del antiguo cine Greco había una taxi aparcado en la parada a la derecha de la calle y un coche que impedía el giro a la izquierda: otros 40 minutos de espera. Y podían haber sido más si un transeúnte no hubiese ayudado al chófer de la guagua a hacer una maniobra complicadísima para salir del paso.

Y no es la primera vez que ocurre: en esa misma esquina, de tres veces que he cogido el autobús en diez días dos veces ha estado bloqueada por coches mal aparcados.

Así que cuando uno tiene coche y no puede llegar tarde a todas partes (empezando por el trabajo, que hay que cuidar mucho hoy en día), si no quiere pasarse la vida esperando a que llegue el autobús, a que algunos ciudadanos tengan civismo y a que los policías pongan las multas que hagan falta, no queda más remedio que utilizar el vehículo particular.

A.C.M.