LA POLÍTICA a nivel nacional pienso que está de pena. La reunión de Davos (Suiza) terminó sin consenso, sin conclusiones adecuadas. Creo que es lo lógico, pues si Rodríguez Zapatero era uno de sus mentores, porque ya sabemos que hay varios, el que no ha podido arreglar el consenso nacional español, ni siquiera el de su partido, con un PSC que prácticamente hace lo que quiere, mal iba a arreglar a Europa. La triste realidad (por lo que afecta a España) es que a Zapatero, que había puesto todas sus ilusiones para levantar, al menos mediáticamente, su alicaída figura como gobernante en la Presidencia semestral de la Comisión Europea, le está saliendo el tiro por la culata, porque allí no tiene un partido junto con otra serie de pequeños partidos nacionalistas, sobrevalorados, que a todo dicen amén mientras mantenga sus prebendas. Saben, además, que si entrara de nuevo en el poder el PP se acabarían muchas de ellas, por eso se agarran a esa posibilidad como clavo ardiendo. Por cierto, nada de autocrítica.

A su presentación en el Parlamento Europeo creo que asistieron un tercio de los eurodiputados, y que hubo bastantes reproches a pesar de las generalidades que se dijeron. La prensa internacional ha sido muy dura con él, quizás demasiado, con el estado de la economía española y su retroceso en general, muy lejos de cómo la dejó José María Aznar, próxima a entrar en el G-8, no invitado de pena (con pago del favor prestado) y con un peso específico revalorizado logrado en Niza, a fuerza de tesón, que pronto sin lucha alguna fue entregado por RZP.

Otro fracaso ha sido el "encuentro interplanetario" entre Obama y Zapatero de Madrid, entre EEUU y la Unión Europea, que por lo visto mientras escribo esta columna se ha suspendido. Nunca, según la parte americana, se había dado el consentimiento; sin embargo, creo haber leído que sería la primera vez que una reunión de este nivel no contara con el presidente americano, ¡tal es el desprestigio de la Unión Europea, por su irresolución y su presidente semestral en estos momentos! Ya se habla de un posible adelanto de elecciones, incluso suena Javier Solana para sucederle. Puede que con él no sea necesario el cambio, aunque dudo que, aún reconociendo la categoría del personaje, tuviera arrestos para cambiar todos los destrozos a todos los niveles realizados. Haría falta un Aznar de nuevo, cuando tuvo que arreglar el estado en que dejó España Felipe González, con un 20% de paro. ¿Les suena?

Continuando con esta situación que se está convirtiendo en insostenible, el gobierno socialista, con su presidente a la cabeza, ha sido capaz de "lograr" enfrentamientos con la Policía, con la Guardia Civil, ¡con el Ejército!, ahora con los jueces… no digamos con la sociedad civil, manifestada en las grandes concentraciones de la familia y contra el aborto. Con todos menos, mira por dónde, con los sindicatos y con los peliculeros del "no a la guerra" y el "nunca mais" del "Prestige". Pero, claro, todo tiene su explicación. No sé si me falla la memoria, pero creo haber leído que la ayuda a los sindicatos y a las fundaciones afines al PSOE se eleva a 800.000 euros mensuales, cerca de 150 millones de pesetas, por supuesto aparte de otras muchas prebendas. Así dice alguna prensa que Cándido Méndez es otro vicepresidente del Gobierno y además el de más peso. Otro tanto ocurre con las ayudas al cine nacional, con películas españolas que nadie ve. Pues en esta situación desmadrada y de enfrentamiento encuadro la Ley de la Memoria Histórica, esa búsqueda del enfrentamiento de nuevo de las dos Españas, porque además, como es de suponer, se está haciendo de forma partidista, lo de Paracuellos del Jarama y lo de la Bandera Paracaidista en Alcalá, nada de levantamientos ni averiguaciones. En Barcelona y Cataluña ¡qué decir!

Me ha indignado especialmente cómo han quitado el nombre de una calle de Sevilla a Carrero Blanco, un hombre íntegro asesinado por ETA, y que vivía en una casa alquilada en Madrid, cerca de Diego de León, cuando era vicepresidente del Gobierno, ¡igual que ahora! Igualmente, el haber quitado la estatua levantada en recuerdo de Millán Astray en Galicia, fundador de la Legión Española, unidad de élite de nuestro Ejército. Asimismo, han quitado una placa del Ministerio del Aire ¡con los laureados! de dicho Ejército, ¡la más importante condecoración de las Fuerzas Armadas, concedida sólo cuando se demuestra valor heroico en combate! Muchos de ellos sin relación con el franquismo. Franco ganó una guerra a la que se llegó por culpa de los dos bandos, porque el Frente Popular en la República se cansó de hacer barbaridades, como ametrallar la estatua del Corazón de Jesús en Madrid. En cambio, la estatua de Largo Caballero, que introdujo el comunismo soviético en España -aún recuerdo los enormes carteles de Lenin y Stalin en la Puerta del Sol madrileña-, se mantiene desde antes de morir Franco en los Nuevos Ministerios. Como preguntaba en mi columna de la semana anterior, ¿qué tiene que pasar para que la sociedad diga ¡basta!? Demasiado silencio en el PP y otros estamentos. A buen entendedor pocas palabras bastan.

Vamos a dejar la política nacional, aunque habría tela para rato, y pasemos al siempre aventurado comentario de los temas isleños. Acabamos de sufrir una importante tormenta atlántica, 1 y 2 de febrero, con importantes cantidades de agua en pocas horas, lo que impidió su absorción y control, y como siempre ha quedado de manifiesto la mala construcción de nuestras obras públicas, las calles e instalaciones, especialmente eléctricas, inundadas y destrozadas. ¡Cuántas lluvias y tormentas han soportado las calzadas romanas y ahí están muchas de ellas, las hacían como es debido! En este sentido, cabe mencionar la casi nula canalización de los barrancos, especialmente del barranco de Santos, pues han realizado tantas obras en sus márgenes, de dudosa utilidad, que han dejado muy escaso cauce para las aguas, que al reunir los barrancos desde La Laguna lo han desbordado, con importantes consecuencias para toda la zona final, en especial la iglesia matriz de La Concepción, que ha sido de nuevo inundada, la ermita de Regla e incluso el túnel de salida a la autopista del Norte, que ante la avalancha de agua ha tenido que cerrarse. No son normales estas tormentas en las Islas, pero a veces ocurren. No nos olvidamos del Delta. El túnel, como todas las otras obras públicas, debería contar con los desagües adecuados a la situación más perjudicial. Por cierto, la zona de Presidencia de Gobierno, cuartel de San Carlos incluido, sigue igual, ¡de pena! ¿Hasta cuándo?