En nuestra primera página de ayer viernes publicábamos que miles de canarios buscan en el Ejército una salida a la crisis. De los 5.526 isleños que aspiraban a convertirse en militares profesionales de tropa, o a ingresar en la Marina, en 2007, se ha pasado a 16.000 en 2009. Y todo esto, una vez más, por culpa de Zapatero. El hombre que está conduciendo a España a la miseria, y a Canarias más aún, pues nuestro Archipiélago es una colonia española y en tiempos de crisis los territorios coloniales se llevan la peor parte. No nos extraña que, a este paso, dentro de poco tiempo el Ejército, así como los cuerpos policiales y otros similares, sean la única fuente de trabajo. Eso es peligroso porque un ejército y sus mandos pueden doblegar a lo que quede del pueblo. Lo importante es subrayar que el culpable de esta situación es un civil nieto de un militar; un hombre rencoroso, como casi todos los socialistas de los que se rodea, que está abriendo viejas heridas y enfrentando de nuevo a los españoles. Mientras tanto, olvida su obligación primordial: iniciar el proceso para descolonizar Canarias antes de que concluya este año y finalice el plazo establecido para ello por el Comité de Descolonización de los Pueblos de las Naciones Unidas. Media España no estaba equivocada cuando no quiso que este individuo fuese presidente. No obstante, sobre esta media España sana se impuso el criterio de la otra media, la hipnotizada por Zapatero y sus mariachis. Algunos nos critican por llamar mariachis a los ministros de este hombre nefasto como político, pero eso es lo que son: mariachis. En esa media España hipnotizada también medran los individuos de mala fe. Es decir, los practicantes de la política -y también de la política pura-, los del pitito, las banderolas, las pancartas y el megáfono, los del empleo oficial y algunos más, incluidos sus esposas y parientes. Al final, vamos a tener el lío armado de nuevo: media España contra la otra media. ¿Quién nos asegura que no volverá a producirse una guerra civil? ¿Será este ejército voluntario el que la libre? ¿Será la juventud que hoy se alista para huir del hambre la que vuelva a empuñar las armas en una contienda de hermanos contra hermanos y de padres contra hijos? ¿Es esto lo que quiere este hombre rencoroso?

El socialismo que gobierna hoy en España utiliza el poder en su propio beneficio, sin importarle en absoluto tratar de inmiscuir a jueces y policías para acosar a personas honradas que sólo han cometido el "delito" de discrepar de sus ideas. Quizás llegue el momento en que algunos españoles deban partir por la fuerza hacia un doloroso exilio.

¿Qué culpa tiene Canarias de todo esto?, nos preguntamos un día más. ¿Qué culpa tiene de los disparates de un señor, que además ganó las elecciones con engaños, un territorio situado a 2.000 kilómetros de la capital de un Reino que no es nuestro reino, porque nuestra aspiración es ser ciudadanos de una república libre en vez de súbditos de un Monarca al que hoy respetamos por sus méritos personales y por imperativo legal, pero que no es nuestro monarca? ¿Qué nos importa lo que ocurre en esa Península de Dios, de toros y de mítines socialistas? Sólo nos doblega la fuerza de las Fuerzas. Insistimos, ¿se producirá antes de que acabe este año el inicio de las conversaciones conducentes a la formación de nuestro estado soberano? Las conversaciones que nos sacarán de la jaula entre cuyas rejas estamos encerrados actualmente. La esperanza nos mantiene.