BUENO, me imagino que la versión cómica del jueves negro, "A dos velas", provocó hilaridad en los ciudadanos que sufrieron en sus negocios los efectos económicos de la interrupción del servicio eléctrico. Como fuese, esa tarde/noche me acordé del barco de la Luz, o Ntra. Sra. de la Luz, anclado en el muelle de Sta. Cruz con la finalidad de llevar energía a los hogares de los extenuados hijos de la patria. En ese entonces, fiel a la cita de las noticias de Radio Nacional de España, la luz gratificaba el ambiente de las familias que apuraban la cena para escuchar el parte oficial y meterse en la cama cuanto antes. Pero eso es harina de otro costal.
Con el paso del tiempo, que poco a poco nos adapta a las circunstancias, el cambio fue notable en las Islas; sin embargo, no podemos decir lo mismo de la política energética acorde a la hoja de ruta del Pecan. Dicho esto, pidan a Dios que los cortes de luz, o "cero energético", no se repitan por afección del viento, el agua o la desidia de los que ni comen ni dejan...
Así no vamos a ninguna parte; imposible. El pueblo está tardando en salir a la calle (sin alterar el orden) a reivindicar lo que acuña en los corrillos de los cafés y tertulias de ocasión. De lo contrario, el cuerpo de la democracia no resiste el empuje de la carga que embarga a este país. Se habla en los medios de corrupción, se habla hasta por los codos de la sanidad, que va y no va; se habla de paro, de delincuencia, del futuro de las pensiones Al tiempo que los parlamentarios, al margen de los problemas de la calle, se tiran los trastos a la cabeza. Qué vergüenza, Dios, qué vergüenza.
Por contra, ¿qué hacen los ciudadanos para poner remedio a éstos y otros desmanes? En cierto modo, nada. Sin ir más lejos en el tiempo, el día del apagón, las amas y los amos de casa desfilaron por los bazares a comprar pilas para escuchar la novela de las 15:30 horas. Lo de las pilas para la radio es vox populi, muy cierto; de la linterna pasaron un rato. El apego al género de "Corín Tellado" (o similar) despierta pasiones en el "respetable". Con Franquito (diminutivo empleado por Mola en ausencia del general) y sin Franquito, el fútbol y los "chismes" de la prensa del corazón o, mejor dicho, la prensa del clítoris de Maríe Brizard, versión corregida y aumentada de la ministra Bibiana Aído, despierta pasiones en el graderío.
Insisto, por lo que he podido averiguar, la compañía operadora no las tiene todas consigo. Los reparos vienen de los señores que retienen los permisos, las licencias de obras, para, por ejemplo, ampliar, mejorar y/o poner en marcha el segundo ciclo combinado de Granadilla. Así de simple. No vengan ahora los socialistas a contar milongas.
Adelante pues con el Plan Energético de Canarias (Pecan). Ni un solo día más para sacarlo del cajón, engrasarlo y ponerlo a trabajar a marchas forzadas. O de lo contrario, con la excusa de la Naturaleza en estado irascible, los ceros volverán por sus fueros.
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