CONSIDERAMOS UN ACIERTO la reedición del pacto entre CC y el PP en el Ayuntamiento de Santa Cruz. Miguel Zerolo siempre ha sido un buen alcalde. Y si no ha podido hacerlo mejor se debe a que la oposición -en este caso los socialistas- lo tienen amedrentado con el asunto de Las Teresitas. Algo lógico, porque los socialistas obedecen a sus amos de Las Palmas, y los canariones "grancanarios" no quieren el progreso de Tenerife porque entonces dejarían de ser grandes. Lo repetimos: los socialistas de Tenerife son siervos de Las Palmas, cuyas órdenes cumplen sin chistar. Es una prueba fehaciente de cuanto decimos la actitud de la ministra socialista de Ciencia, que se agarra a la primera disculpa para tirar la toalla en la batalla para conseguir que el telescopio europeo extra grande se instale en La Palma. Si su ubicación fuese en Las Palmas otro gallo nos cantaría. En cambio, como es en una isla de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, el desinterés es general. Garmendia, como todas las socialistas que son mujeres y todos los socialistas hombres, está influida por el Sanedrín de la tercera isla. Lo mismo ocurre con el PP, cuya dirección regional está en Las Palmas.

Aunque apoyamos este nuevo pacto entre nacionalistas y populares, desconfiamos de una de sus protagonistas pues no nos podemos fiar de personas como Cristina Tavío. Una de los miembros -miembra en este caso, según la terminología impuesta por la nefasta ministra de Igualdad- de la Mesa del Parlamento de Canarias que tuvo la desvergüenza política, junto a los otros cuatro miembros y miembras, de conculcar la libertad de expresión y de información para reprobar al periódico EL DÍA. Nuestro mayor pecado a los ojos de estos cinco indignos políticos y políticas, es defender la libertad de los canarios y denunciar la ignominiosa subida de sueldos de sus "señorías". Un abuso contra el pueblo como el que nunca se había visto en estas Islas. Por si fuera poco, la señora Tavío tuvo la desfachatez de justificar ese aumento diciendo que los políticos a veces tienen que adoptar medidas impopulares. Qué forma más descarada de tomarle el pelo a un pueblo que está pasando hambre. Y don Santiago también callado; callado y cobrando, como todos los demás salvo Miguel Cabrera Pérez-Camacho; el único de "los sesenta" que no vive a costa del sudor y el sacrificio de un pueblo hambriento y esquilmado por la Hacienda española y sus lacayos políticos regionales. Ay, soberanía; ay, libertad; ay, independencia: cuánto estás tardando. ¿Podemos seguir manteniendo un Parlamento que atenta contra el derecho de los ciudadanos a tener libertad de información y de expresión?

Por supuesto que no. No había ninguna necesidad de reparar el edificio. Lo mejor es dejar que se caiga y reconstruir de los escombros el auténtico Parlamento de Canarias. El Parlamento de la Nación canaria, y no esa farsa política actual que nos produce náuseas. Tenemos que decirlo aunque nos pese: para nosotros Cristina Tavío es una política condenada. Al reprobar al periódico EL DÍA -es decir, al reprobar la libertad de expresión y atacar con ello a la propia Constitución española que está obligada a defender-, se ha reprobado a sí misma. No entendemos por qué no se ha retirado todavía de la política. ¿Qué intereses la mueven para seguir en un cargo público? Además, está al servicio de Las Palmas.

Insistimos un día más: el PP y el PSOE tendrán que desaparecer cuando Canarias sea una nación independiente. Y en este punto aprovechamos para decir que la vuelta atrás es imposible. Estas Islas volverán a ser libres, pésele a quien le pese.