GRAVÍSIMA, muy grave, la situación actual de los canarios. Un pueblo fuertemente colonizado y un sistema electoral absolutamente antidemocrático, con unos topes del 30% insular y 6% a nivel nacional canario. Una ley que los medianeros de esta finca colonial, CC, aprobaron en beneficio propio, conjuntamente con los otros dos partidos españoles, PP y PSOE, para que los demás no tuvieran acceso al parlamento canario; una institución que, de momento, no es útil para los ciudadanos y que, además, supone un coste excesivo sólo en beneficio de los "dignísimos" diputados que lo componen. Mientras, los canarios más necesitados tienen que acudir a comedores sociales para matar el hambre y a Cáritas se le rebaja el presupuesto.

Es evidente que en el Archipiélago canario no tenemos autonomía, pues ni tenemos independencia política ni nos gobernamos por nuestras propias leyes, y mucho menos tenemos autonomía para recaudar los impuestos principales y administrar nuestros abundantes recursos económicos. Recordamos que autonomía significa, según los diccionarios, "estado y condición del pueblo que goza de entera independencia política" o "libertad de gobernarse por sus propias leyes". Todo es un montaje con el consentimiento de los falsos nacionalistas, que sólo defienden sus intereses y los de la oligarquía en general, en detrimento del pueblo trabajador, de los agricultores, pescadores y los pequeños y medianos empresarios; pues las propuestas que el presidente del supuesto Gobierno autónomo viene anunciando desde hace dos años, cuando comenzó la crisis aguda, no han servido o no se han aplicado.

El capataz de la finca anunció que había que diversificar el tejido productivo y apostar por el sector primario, pero no ha hecho nada al respecto. ¿Será para no perjudicar a un reducido número de potentes importadores de toda clase de alimentos? ¿Será para complacer a sus amos de la metrópoli y a los burócratas de la UE, porque no quieren que se fomente la agricultura, pesca y ganadería y sigamos obligados a comprar sus mercancías? Lo cierto es que no toma medidas ni puede hacerlo con el actual sistema de dependencia al que nos han sometido, pues Canarias es un pueblo secuestrado, un pueblo sin libertad, rodeado de un mar que nos pertenece, pero que también nos lo han secuestrado, con el agravante de que podemos desaparecer como pueblo, porque nos encontramos dentro la Zona Económica Exclusiva de Marruecos; situación en la que estamos desde 1982, y lo habían ocultado, al tiempo que ciertos políticos vividores nos han venido engañando, proponiendo falsamente la delimitación de las aguas de Canarias y la mediana con Marruecos, cuando eso es sólo posible con la independencia.

Se acercan las elecciones para los que no les importa la libertad y el progreso de la nación canaria; y como siempre, desde hace varias legislaturas, sólo en las campañas preelectorales reivindican una ley de residencia, como si los medianeros de la finca fueran ajenos al grave problema de la superpoblación a la que ellos mismos han contribuido, ya que la gran cantidad de mano de obra barata ha sido muy beneficiosa para los más poderosos, y los foráneos españoles y europeos han ocupado los mejores puestos de trabajo. Ahora sufrimos las consecuencias por no tener gobernantes que defiendan los derechos fundamentales de Canarias.

Qué ignominia, qué falsedad; pues han tenido mecanismos para evitar el caos poblacional de Canarias y no los han utilizado, incluso para que los españoles tengan acceso restringido a ocupar puestos en la docencia y en las administraciones públicas, en beneficio de todos los canarios que están académicamente preparados. Los catalanes, vascos y gallegos exigen que quienes opositen en sus comunidades sepan sus respectivas lenguas. Entonces, ¿por qué no se ha exigido que se sepa el vocabulario canario de más de 13.000 voces?

En definitiva, nos han secuestrado la libertad, la democracia parlamentaria y el bienestar social de la mayoría de los canarios, pero no nuestra dignidad; tenemos que reforzarla, igual que la identidad, como propone Don José; pues nuestras posibilidades para vivir con más dignidad e identidad vendrán dadas cuando podamos tener un modelo de economía propio y administremos nuestros inmensos recursos. Y para ello luchamos los auténticos nacionalistas hasta la consecución del Estado canario para avanzar hacia la soberanía y el progreso.

Canario (MP)