CADA CINCO años se celebra en la ciudad de Gante (Bélgica) una exposición de flores y plantas; la misma está reconocida como una de las más completas y hermosas del mundo. La familia real belga será la primera en honrar con su visita esta 34ª edición de las Floraliën. Floralia, así es como la llamo yo, abrirá sus puertas para el público en general del 17 al 25 de abril próximos. Esta especie de "jardín terrenal", que yo misma he visitado en años anteriores y que no pienso dejar de visitar esta primavera, es sin duda un auténtico regalo en forma de perfumada flor que cautiva los sentidos; en ella, un montón de agradables olores y colores se mezclan como en cada ocasión para dar vida al gigantesco pabellón Flanders Expo, de 44.000 m². Como ya viene siendo costumbre, miles de personas de diferentes procedencias llegarán hasta el emblemático jardín gantés en busca de la bella Floraliën. Salones, caminos serpenteados, pasillos, puentes, esculturas, fuentes, etc., se cubrirán de flores y plantas para adornar, una vez más, al por unos días templo florido. Este año, las 500.000 plantas que serán expuestas tendrán el honor de competir en belleza, entre otros, con los enormes cactus traídos desde Mónaco. Estos últimos pertenecen a una colección antigua y exclusiva; algunos de los ejemplares tienen más de cien años en su esbelto "cuerpo" vegetal. El propio príncipe Alberto, como era de esperar, vendrá a ver en directo el resultado de tan prestigioso evento. Otra de las "figuras" de esta gran maravilla multicolor será el Bambú Moso. La rareza de esta planta, según aseguran los expertos, está en que en sus primeros meses de vida ya alcanza los 14 metros de altura; también es de destacar al respecto que la susodicha necesita 5 años para alcanzar su tamaño adulto. A pesar de todo esto, quizás sean las diez esculturas "colosales" en forma de animales y revestidas con un total de 35.000 plantas las que arranquen un suspiro de admiración del público asistente. Para empezar, habrá un dinosaurio de 8 metros de largo por 4,5 metros de altura; también se podrán ver un águila, un rinoceronte, un búho, etc. Países como Canadá, Francia, Alemania, EEUU, Kenia, Polonia, Mónaco, Marruecos, Italia, Colombia, China, Holanda, Australia o Sudáfrica aportan en esta ocasión su granito de arena trayendo hasta aquí algunos ejemplares de su flora más preciada. Por supuesto que sería maravilloso poder contemplar entre tanta belleza florida algunas de las flores y plantas que representan a nuestro País Canario. ¿Quién sabe? Tal vez, en un futuro no muy lejano.

La historia de la Floraliën (en un principio no se llamaba así) comenzó en 1809 en la ciudad belga de Gante, con un simple concurso de flores y plantas; la más bonita o rara de ellas ganaba una medalla. En sus comienzos, el pequeño evento tenía lugar dos veces al año y fue inspirado en una exposición de Inglaterra. En el primer concurso celebrado en febrero de ese año había sólo 52 plantas en una superficie de a penas 48 m². El segundo tuvo lugar a finales de junio del mismo año, contó con 138 plantas y la misma superficie. Como el lugar de exposición ya se les estaba haciendo pequeño para el tercer concurso, este se celebró en el invierno de 1910, tuvieron que buscar un sitio algo más amplio; en esta ocasión se expusieron 243 plantas. A partir de ese momento se fueron sucediendo los lugares de exposición, siempre buscando los más espaciosos. Desde 1990 y hasta hoy en día, Floraliën se viene celebrando cada cinco años en el pabellón de exposiciones de Flandes (Flanders Expo).

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