Leí el artículo "Científicos y enfermos, pioneros del turismo" en EL DÍA y entré en la página web Proyecto Turismo y Salud. Un vistazo a la lista de autores en la "Biblioteca Digital" despertó mi curiosidad cuando vi incluido un libro escrito en 1887 por el sueco Hjalmar Öhrvall, médico y profesor de Fisiología en la Universidad de Uppsala, en Suecia, quien pasó largas temporadas en Tenerife. El título del libro en español sería "Contribución al conocimiento de Tenerife como balneario climático". Aparte de incluir en su libro tablas con datos y mediciones importantes en la climatología como remedio para diversas enfermedades, escribe en sueco -pero en un sueco antiguo que hoy suena bastante curioso- sobre la vida en general en la Isla de Tenerife, "la más importante de las Islas Canarias".

Sus observaciones son las de un extranjero venido de un país muy lejano, y aún más lejano en una época donde se desplazaban en barcos de vapor. Su relato es fascinante y nos transporta a unos tiempos desaparecidos y, por muchos, añorados. Me sorprendió que la rivalidad entre Gran Canaria y Tenerife fuera tan obvia ya en aquella época. En la opinión del Dr. Öhrvall, las islas "rivalizan en casi todos los aspectos, muchas veces de una manera muy exagerada". Öhrvall a menudo escribe solamente "Canaria" y una vez incluso, se supone por error, "Canaria en la isla de Las Palmas".

De los guanches comenta que no se conoce su origen, pero que eran "nobles, valientes y amantes de su tierra", y que fueron víctimas de la alevosía y del engaño de los conquistadores.

Puerto de Orotava tenía unos cuatro mil habitantes y Santa Cruz unos quince mil. La carretera entre Puerto de Orotava y Santa Cruz tenía una longitud de 42 km. y se hacía el recorrido en más o menos seis horas. Señala el Dr. Öhrvall que los guanches como raza ya no existen, pero que hay españoles que en parte descienden de los guanches y, según él, "los habitantes de hoy difieren de los españoles de raza pura, son discretos, serviciales, generosos, honrados y amantes de la paz. Carecen de ambición, energía, ardor y obstinación. Es como si estuvieran hechos de un material más delicado".

Sobre "Pico de Teyde", inaccesible para los enfermos, y la naturaleza en general en el norte de la Isla, habla con superlativos y no le bastan las palabras para realzar la belleza de la isla. Describe con muchos detalles las diversas flores y plantas y los cultivos en el Valle, pero echa de menos los bosques en las cumbres, devastados por los españoles. "Avispas y mosquitos son extremadamente raros", comenta, "pero las pulgas molestan mucho. Antes de entrar en una casa deshabitada, se suele introducir una cabra para que las pulgas se concentraran en ella".

Para desplazarse en la isla había caballos, burros y mulas con sus arrieros disponibles a un precio muy bajo. Se podía llegar a las demás islas, de las cuales, sobre todo, La Gomera y La Palma eran tan bellas como Tenerife y además tenían bosques en condiciones mejores, importante para la climatología como remedio. Pero para llegar a estas islas había que coger pequeños, casi inservibles, barcos de vela, según Dr. Öhrvall.

Desde luego un libro muy interesante.

Helena Somervalli

Deuda histórica

La deuda histórica con Andalucía ha sido una deuda con larga historia. No sé desde cuándo se viene hablando y polemizando en torno a ella. Hace pocas fechas, el Gobierno central, con la complacencia del andaluz, ha resuelto saldar la histórica deuda con el pago en especie, concretamente en varios solares.

Considerando que este acuerdo ha visto la luz hace pocas fechas, coincidiendo con la campaña de la declaración de la renta, se me ocurre pensar que los contribuyentes también podríamos pagar nuestras deudas con Hacienda de la misma forma que lo hace el Gobierno del Sr. Zapatero.

En mi caso, según el borrador de Hacienda, el resultado de mi declaración es a pagar 3,45 euros al fisco. ¿Podría entregar una cafetera, que aunque usada se encuentra en perfecto estado, cuyo valor es evidentemente superior a la cantidad a ingresar? Si los inspectores constatasen fehacientemente que el valor de la cafetera sobrepasa el valor de la deuda, ¿me podrían devolver la diferencia al número de cuenta indicado en los impresos? Si así fuese, esto sí que sería una justa y recíproca justicia.

Manuel Villena Lázaro