ASEGURA la Cámara de Comercio, Industria y Navegación que la nueva Ley de Puertos del Estado rompe el equilibrio regional canario, ya que condena al de Santa Cruz a la segunda división de los puertos españoles, a la vez que favorece al puerto de Las Palmas, al que convierte en el único de transbordo internacional del Atlántico. Para Ignacio González, presidente de la Cámara de Comercio, estamos ante un hecho de extrema gravedad. Compartimos su opinión.

Desde los tiempos de las famosas aguadas de los barcos en Las Palmas -aguadas de muy mala calidad, ya que en la tercera isla sólo hay aguas salobres-, se veían venir las intenciones canarionas de que en las Islas sólo existiese un puerto importante, mientras que los demás, incluidos el de Santa Cruz de Tenerife, quedaban condenados a ser meros satélites del puerto de la Luz. Esa política, iniciada ya en la época de León y Castillo, perdura en nuestros días. De ahí la oposición brutal, ejercida mayoritariamente por grupos ecologistas con sede en Las Palmas, a que se construya el puerto de Granadilla. Nada ni nadie puede hacerle competencia a Las Palmas. Volviendo a los tiempos de León y Castillo, sigue vivo el "todo por Gran Canaria, todo para Gran Canaria". Una forma muy "solidaria" de consolidar la unidad regional. Esa unidad que quieren desde la tercera isla, no lo negamos, pero siempre que la capital única sea Las Palmas, la universidad única esté en Las Palmas y, por supuesto, el puerto principal sea el de la Luz y de Las Palmas de la Gran Puñeta, como decía un ilustre profesor de la Universidad de La Laguna que nunca se dejó engañar por los ecologistas pagados con el dinero del Sanedrín. Porque esa es otra: para abundamiento de desgracias tinerfeñas, la Universidad de La Laguna se ha convertido en la guarida de los principales enemigos de esta Isla. Todo ello sin olvidar a otros políticos y políticas convertidos también en grandes detractores del progreso tinerfeño, como es el caso de la nefasta alcaldesa de Granadilla.

Ni puerto de Granadilla, ni escáner en el puerto de Santa Cruz, ni nada de nada. Arriba Las Palmas, abajo Tenerife. Lo importante es potenciar el ampuloso puerto de la Luz con el apoyo, naturalmente, de los amigos socialistas que están en el Gobierno de Madrid. El puerto de Tenerife siempre ha tenido una gran relevancia, tanto en el tráfico de pasajeros como en el de mercancías. Durante muchísimo tiempo fue el primero de España en graneles líquidos y suministro de combustible. Nada de eso ha contado a la hora de relegarlo a una segunda categoría. ¿Está haciendo algo don Pedro Rodríguez Zaragoza, presidente de la Autoridad Portuaria, para impedir este atropello? ¿Consentirán los tinerfeños que de nuevo se les minimice y se les arrebate otro bien más, como es el puerto?

Desde ahora advertimos a los componentes de los anteriores gobiernos de Canarias, a los diputados tinerfeños que están en el Parlamento regional, así como en los ayuntamientos y en otras instituciones, que el día de mañana serán tachados de traidores si permiten un despojo más. En nuestras hemerotecas quedarán sus nombres y sus cobardías. Si Canarias fuera una nación independiente, la casi totalidad de los problemas de disputas insulares estarían resueltos, porque la importancia de la Isla mayor, la más poblada y de mejores recursos naturales, industriales, agrícolas y hasta culturales quedaría establecida de forma indubitada No habría traidores que irían a pedir la capital cultural a don Jerónimo para 2016. ¿Dónde está La Laguna, Garachico, Icod, La Orotava...? ¿Cómo pueden tolerar esto los tinerfeños?