Las negociaciones estatales para reformar el mercado de trabajo también centraron buena parte del debate de esta semana, pues uno de sus objetivos es incrementar la competitividad del país. "Es una demanda a gritos de los empresarios y, creo, también de la sociedad, que no puede sostener más del 27% de paro en Canarias y un 20% en la Península. No puede haber una economía que discrimine entre contratados fijos y temporales. Además, los sueldos deberían basarse en la productividad, y no en la inflación, y hay que dar pasos adelante en formación y para facilitar la movilidad geográfica", expuso Dorta, que subrayó que "desde hace años" se debieron afrontar estos asuntos "con urgencia, porque nuestro mercado de trabajo no funciona, no es dinámico ni flexible". En la misma línea, Carrillo insistió en que "se deberían haber tomado medidas mucho antes para salir de la crisis". La CEOE, recordó, apuesta por la "flexiseguridad" y señaló que la patronal "no entiende que, a nivel europeo, sindicatos y empresarios estén de acuerdo en este concepto y luego, con discursos estatales o autonómicos, se distancien". La representante de la confederación empresarial destacó que "en esta crisis se ha evidenciado que, ante situaciones que cambian, somos incapaces de dar una respuesta sin destruir empleo, y la flexiseguridad serviría para evitar esto". Además, reclamó la "revisión" del contrato a tiempo parcial, "que es muy rígido y, muchas veces, inútil". De la misma forma, cree "bueno que el trabajador y el empresario consideren más seguro el mercado laboral". Sindicatos y estudiantes matizaron la conveniencia de afrontar estos cambios. Díaz incidió en que "ahora se habla de reforma laboral, pero entre 1995 y 2007 hemos tenido las leyes que ahora queremos reformar y ha sido cuando más ha crecido este país en toda su historia". Enfatizó que "en todas las modificaciones anteriores ha perdido el trabajador" y apuntó que las empresas ya tienen "resortes" suficientes para afrontar las crisis desde el punto de vista del empleo, como los expedientes de regulación. "Ninguna reforma laboral va a crear puestos trabajo", concluyó. La afirmación la compartió Pozo, para quien "no será la solución" al incremento del paro. Remarcó que "no hacen falta más tipos de contrato" y argumentó que "el abaratamiento del despido no va a crear empleo, sino que provocará más precariedad". Por último, Martínez mostró su "total oposición" a los planteamientos laborales del Gobierno estatal. "No se puede permitir -dijo- el abaratamiento del despido, que sólo va a facilitar que el empresario se quite al trabajador de 50 años sin indemnizarlo y ponga en su lugar a un estudiante al que, al cabo del tiempo, también echará. No aportará seguridad".