1.- Milagro de Dios. Zapatero, el hombre que mandó retirar los crucifijos de los colegios y centros públicos, el que inspiró la nueva ley del aborto, el que ha proclamado su laicismo exacerbado en un país que, aunque le pese, es católico, será recibido por el Papa Ratzinger. Será en junio, el mismo mes en que los sindicatos van a crucificar al jefe del Gobierno de España. No sabemos si Sonsoles y las góticas también acudirán al encuentro con el Sumo Pontífice, para dar colorido (negro) al lance. Desde luego, parece que una foto vale más que mil crucifijos retirados y que mil leyes del aborto. Zapatero, plegado ante la misericordia divina, ante Dios, que le envía a su representante en la Tierra para quitarle la bobería laica. Milagro, milagro, repito, alborozado. El encuentro lo están preparando, en Roma, el socialista, católico y embajador, Paco Vázquez, aquel gran alcalde que fue de La Coruña; y, en España, la entusiasta De la Vega. Esta última, hija de franquista, ha aclarado, eso sí, que la visita tiene un carácter protocolario, dada la conjunción planetaria de ZP como devaluadísimo presidente de turno de la Unión Europea.

2.- Uno se queda patidifuso con la noticia. Ya ZP conoce al Papa; me parece que fue en Valencia donde se lo presentaron. Pero ahora el Gobierno de España busca afanosamente esa nueva foto. Primero, zahiere a la Iglesia Católica y la molesta; y, con ella, a sus fides. Luego busca desesperadamente un encuentro de ZP con el Papa para contentar al rebaño del pastor. Ya no saben qué hacer. Están metidos en tal lío que hasta han acudido al Vaticano buscando un poco de oxígeno. Ya no se acuerdan de aquel ministro histriónico de Justicia, López Aguilar, y de su obsesión por acabar con la España Católica; ya nadie recuerda sus berridos improcedentes. Ahí tienen el resultado: Zapatero, de peregrinación a Roma.

3.- La actitud del Santo Padre, por otra parte, confirma que la Iglesia sí es una institución que perdona. Y demuestra la bondad del Papa al dar cobijo a un hombre que no ha sido precisamente un aliado del Vaticano. Zapatero, y es una opinión personal, lo que ha dejado traslucir en su trayectoria como gobernante es su torpeza y su incapacidad política. Se lo ha tenido que tragar todo, desde su negativa a reconocer la crisis hasta su incapacidad para lidiar la economía de este país, pasando por su torpeza a la hora de pintar algo en Europa y por su negligencia al tomarla con la Iglesia o permitir que otros lo hagan. Aún así va a encontrar caridad y perdón en la institución que Cristo fundó. Ya digo, un milagro.