SE DENUNCIE o no se denuncie, una y otra vez, estamos en las mismas. Da la impresión de que, desde los centros de decisión estatal, o bien no se tiene clara la segmentación de las Islas en siete territorios con dos cabeceras de capitalidad o bien se quiere seguir jugando interesadamente a fracturar.

El escáner es un aparato o dispositivo utilizado ampliamente en el mundo actual (medicina, electrónica, informática…) que permite explorar zonas no accesibles, para obtener, leer imágenes o encontrar objetos o señales ocultas en principio al ojo y al análisis humano. Con él se pueden conseguir accesos no físicos a espacios, materiales, disposiciones o composiciones que pueden condicionar actuaciones posteriores. No es nada a lo que ya no estemos acostumbrados. Son muchas las veces que pasamos por un escáner que te quita virtualmente la ropa (cuando vamos a una delegación de Hacienda, al Palacio de Justicia, a facturar en un aeropuerto…) dejándote en pelotas en un camino hacia el control por el que se avanza a pasos agigantados y para que en un futuro próximo podamos utilizarlo en aplicaciones como la identificación biométrica de las huellas dactilares, iris o retina, o para que no salten las alarmas de tu casa.

Dados los tiempos, es de especial interés la instalación de escáneres especializados como herramientas logísticas y de facilitación de aprovisionamientos regulados en las plataformas de salida y entrada de personas y mercancías. Hay países que sólo permiten el embarque o desembarque de mercancías con origen y destino en puertos o aeropuertos poseedores de la citada tecnología.

La negativa de la Agencia Tributaria a financiar la instalación de un escáner para un proyecto (que ya tenía asignado tanto su espacio físico como los fondos para su ejecución) en la inspección de contenedores de mercancías en el puerto de Santa Cruz de Tenerife es "inadmisible" e "intolerable", en palabras del presidente de la Asociación Industrial de Canarias (Asinca), D. Ramón Villalba, y por lo menos establece una muestra o indicador llamativo de la forma de apoyar el desarrollo que se propicia desde Madrid.

¿Ustedes entenderían que para hacerse un TAC haya que ir a Las Palmas? Estamos hablando de un cacharrito que puede valer un millón de euros. "Es mejor pensar que ha sido una equivocación", indicó Villalba, que hizo hincapié en que el puerto capitalino, como mínimo, es la puerta de entrada del 99% de las mercancías para el abastecimiento de una Isla de cerca de un millón de habitantes y que recibe cinco millones de turistas anuales, y, también, la salida de lo poco que exportamos".

Las críticas de los industriales se suman a las de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación y a las de los Agentes de Aduanas y Estibadores, que han advertido de que la carencia del escáner implica una merma de competitividad para la instalación tinerfeña. Según D. Vicente Victoriano, presidente de la Comisión de Transportes de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Santa Cruz de Tenerife, "la nueva decisión de la Agencia Tributaria de denegar al puerto de Santa Cruz de Tenerife la posibilidad de disponer de un escáner para la inspección de mercancías es un duro varapalo y una auténtica tomadura de pelo del Estado, que una vez más vuelve a dar marcha atrás en el compromiso que adoptó con el puerto tinerfeño en 2008 y a cercenar tanto sus posibilidades de desarrollo como las del tejido empresarial". El daño ya se está produciendo, el puerto de Las Palmas ha sido nombrado centro logístico internacional de la Cruz Roja, de la Media Luna, y EEUU y Canadá, lo han aceptado como puerto de transbordo por tener un escáner como medida de rapidez y seguridad. El sobrecoste de los retrasos y el papeleo que supone el hecho de tener que inspeccionar y controlar las mercancías de forma manual de países como China provoca desvíos y la pérdida de miles de horas de trabajo en la actividad de movimiento de mercancías en los muelles. De hecho, el escáner reduce hasta 16 veces el tiempo necesario para la revisión de las mercancías y su ausencia en el puerto de la capital tinerfeña está afectando de lleno a las relaciones comerciales y de cooperación con África.

El aparato parece ser sólo una pieza más en la estrategia artificial (nueva Ley de Puertos) de escandalosa no paridad para los enchufes al mundo de Tenerife.