Cualquier viajero canario que tenga ojos y sienta la patria, cuando viaja por las autopistas y carreteras de las Islas, se le caerá la cara de pena al ver cómo en los costados, y como monumentos, se ven barcos varados de nuestra antigua flota pesquera. Los turistas y las nuevas generaciones se dirán "¡cómo el Gobierno canario se ocupa de alegrarnos la vista con estos vestigios del pasado! ¡Qué buenos son!". Pero eso no es la verdad, sino la cruda realidad de cómo las miles de familias que vivían del mar en esta colonia fueron arruinadas y reducidas a la miseria por los intereses de las grandes compañías pesqueras españolas, que liquidaron nuestras conserveras en Lanzarote, en La Gomera y en El Hierro, para que los canarios dejaran de pescar y compraran los enlatados españoles. ¡No olvidemos el papel que jugó en su día el Sr. Olarte Cullen, cuando los canarios autonomistas y otros lo pusieron de presidente del Gobierno autónomo, para favorecer a las conserveras gallegas de sus amigos y compatriotas!

Hace muchos años ya le ha tocado el turno al sector primario canario, del cual queda poco ya, pues se importa casi todo para comer, obedeciendo la política maquiavélica de Madrid de destruir dicho sector para que los campesinos canarios vendan sus tierras y convertirlas en tierras para el turismo y para construir campos de golf, hoteles y urbanizaciones para extranjeros. Viendo los restos de estos navíos en las carreteras, no me extrañaría que el Gobierno autónomo que nos mal gobierna con el apoyo de Madrid pusiese también en las carreteras como monumentos BIC arados, carretas, azadas, guatacas, figuras de plástico de plátanos, tomates y papas canarias, y hasta campesinos momificados y espantapájaros. En islas como La Palma, colgarán de los árboles figuras de campesinos y agricultores del plátano, pues ya se sabe que el sector platanero canario está condenado a desaparecer por los intereses de la metrópoli, con la Organización Mundial del Comercio y las multinacionales del plátano.

A pesar de todo, y viendo esta desidia que acabará con Canarias y el sector primario, yo me sigo preguntando cuando voy por la autopista una y mil veces: ¿por qué no arrancamos la independencia y la soberanía de esta tierra de una vez para siempre?

L.B.D.

Pit-bull de Valle Colino

En este momento siento la necesidad de escribir y solidarizarme respecto al triste y desafortunado suceso que ocurrió el pasado 7 de junio en Santa Cruz de Tenerife. Un perro de raza pit-bull acabó con la vida de un niño de tres añitos. Este había sido adoptado hace menos de un mes por los padres del pequeño en el albergue de Valle Colino. La terrible noticia ha sido difundida tanto en medios locales como en los nacionales. Pero, desgraciadamente, en los telediarios hacen culpable a la presidenta del centro canino y al padre del menor que adoptó al can.

Yo voy con mucha frecuencia a Valle Colino, por lo que conozco a todas las personas que trabajan allí. Personalmente valoro muchísimo el trabajo que desempeñan. A mi juicio, este centro trabaja perfectamente y hace una magnífica labor con los animales y con la sociedad en general, aunque en este momento algunas personas opinen lo contrario.

La realidad es que es la sociedad la que debemos concienciarnos sobre estos y otros tipos de perros de presa, que están tan de moda ahora. Bien es sabido que un pit-bull nunca ha sido ni será un animal de compañía para vivir en un piso.

Debo dejar claro que en ningún momento pretendo culpar a los padres de esta criatura. Bastante desgracia tienen ya ellos con la pérdida de su hijo, pero tampoco me parece justo que la responsabilidad del suceso recaiga en ningún empleado del albergue. Es más, me consta que este chico quería a toda costa llevarse una perra que le denegaron en cuatro ocasiones por ser muy agresiva. Al final terminó llevándose el pit-bull.

No quiero generalizar, ni llamar irresponsables a todos los dueños de estos perros. Pero sí que es frecuente ver por la calle a verdaderos críos con perros de estas características sueltos y, por supuesto, sin bozal. Esto, en todos los sentidos, es ilegal, tanto por la edad como por las condiciones en las que va el perro. Y yo me pregunto: ¿no hay ni un sólo policía que pare y haga las gestiones pertinentes?

Chelo