LOS VIERNES hago deporte con la mano y con la mente, en esta medio columna, preparando lo que muchas veces a mi pesar suele convertirse en un "the warriors weekend" -guerreros fin de semana- planificado para el machaque tanto físico como visual. Más ahora, que el universo entero gira en torno al fútbol. Es el deporte rey y en este momento hay un mundial en juego en el que, pasada la locura, empieza lo bonito. Puro K.O., a cara de perro, o tú o yo, maldito forastero de hocico peludo. Pero no se vayan a creer, ya también vienen el Tour y la Vuelta, siempre el tenis, las motos, los coches, el baloncesto… y, sobre todo, pronto los representativos. Ay, mi madre. Excusas para nuestro disfrute o coloque que ya se encarga el sistema de que siempre tengamos a disposición "el opio del pueblo", y generosamente abastecidos para derivar la anestesia a las mentes o a las masas y que no salgamos a la calle a protestar. ¿Por qué? Por todo: porque nos cargamos el planeta, porque perdemos valores, porque la economía se está convirtiendo en un asunto inmoral hasta el punto que dicen que es peor fundar un banco que atracarlo.

La FIFA quiere fundar uno. Amasa increíbles fortunas por los diversos niveles de patrocinio en el Mundial. Las marcas élite son los llamados "socios": Adidas, Coca-Cola, Sony, Visa, Hyundai y Emirates Airlines, los cuales pagan entre 100 y 200 millones de euros cada uno. Tienen derechos universales de explotación de Mundial hasta 2014. Los "patrocinadores" están en el segundo nivel de inversiones: Continental, McDonalds y Budweiser, entre otros, que invierten alrededor de 50 millones de euros por marca, también hasta 2014. También obtiene uno 650 millones de dólares por la cesión de los derechos de transmisión.

Dos lugares muy determinados del planeta han entrado masivamente en los octavos de final del Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010. Prescindiendo del meritorio y sorprendente equipo de Ghana (de la Costa Occidental de África), el Cono Sur de América y la parte occidental de Europa se enfrentan en lo que parece un duelo particular. Cuatro selecciones americanas, Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, se enfrentan a tres europeas, España, Alemania y Holanda. Si trazamos una línea entre estos Estados del Sur y del Norte ¿saben qué territorio insular de ocho islas muy densamente pobladas se encuentra en el centro?

Más curiosidades: el evento será seguido por más de 500 millones de personas en todo el mundo. Han sido acreditados 3.000 periodistas de prensa escrita y páginas digitales, 900 fotógrafos y 15.000 profesionales de radio y TV. Será el primer Mundial que se filme en formato 3D. La señal oficial será ofrecida en 11 idiomas, para un total de 500 canales de TV alrededor del mundo. Se invirtieron más de 1.100 millones de dólares para acondicionar la sede que da vida este año al Mundial. Debido a la falta de habitaciones en los hoteles, los lugareños han ofrecido a los turistas sus casas con "paquetes" que incluyen estadía y comida por unos precios muy bajos. Sudáfrica, en el Hemisferio Sur, está entrando en invierno, por lo que las temperaturas oscilarán entre 5 y 15 °C.

Más particularmente, decían antes que el sexo era contraproducente en el periodo de competición. Un tabú entre los deportistas de élite. En este Mundial parece que no. El entrenador brasileño Dunga y el argentino Diego Armando Maradona permiten a sus jugadores mantener relaciones sexuales; no entre ellos mismos, sino con sus correspondientes parejas. Por el contrario, a los jugadores de la selección de Holanda, nanay de la China con sus medias naranjas, e incluso les han prohibido "twittear", por exigencia de su entrenador, Bert van Marwijk.

Los más raritos parecen ser argentinos y brasileños. Los primeros exigieron aseos de vanguardia: no sólo el WC en sí, sino también los lavabos y grifos. Se han hecho instalar un WC "high-tech" con asiento caliente y un bidé electrónico con chorros de agua a tres velocidades distintas. Han exigido que los cuartos de los jugadores fuesen pintados de blanco y que hubiese seis PlayStation. En las comidas, no menos de 14 tipos de ensaladas distintas y un servicio de heladería disponible las 24 horas; los brasileños han hecho especial hincapié en la temperatura del agua de la piscina. Dunga y compañía han pedido que siempre esté en 32 grados.