PODÍA tratarse de una muy interesante iniciativa a favor de una parte del campo canario. Se llevaba tiempo trabajando en ello; incluso podía convertirse en algo que independientemente del sector y más allá de la explotación únicamente agrícola rentabilizara las superficies bendecidas en nuestra tierra por el astro rey.

El desarrollo de lo que venimos en llamar energías alternativas es imparable y en este territorio tenemos varias materias primas muy escasamente explotadas de incalculable valor. El Sol puede convertirse en la más inmediata. La instalación, por ejemplo, de plantas fotovoltaicas sobre los invernaderos sigue siendo una realidad en la que hay que intentar suprimir limitaciones, obstáculos y burocracias que, dictados "para y desde" la fría Europa, obvian la rentabilidad por metro cuadrado en las Islas y todas las inconveniencias que por otro lado produce ese mismo sol. Necesitamos una excepción al importante recorte que contempla la nueva normativa que se pretende aprobar para las retribuciones que recibirían los agricultores o los productores por la energía generada.

Y menos mal que en algo nos ponemos políticamente de acuerdo. Hay cosas que no dependen de las gafas con las que doctrinalmente se mire la realidad: la política educativa, la política sanitaria, el compromiso con el medio, la defensa de nuestra economía, Canarias por encima de todo. Los tres grupos con representación en el Parlamento, espero que ninguno con la boca chica, se han comprometido con el sector agrícola isleño porque aquí hay una gran batalla: defender ante el Ejecutivo central la modificación del Real Decreto 1578/2008 con el objetivo de que el Archipiélago quede eximido de las limitaciones que establece la nueva normativa a la hora de instalar placas fotovoltaicas sobre invernaderos en explotaciones agrarias, según afirmó el representante jurídico de la Asociación Provincial de Cosecheros-Exportadores de Tomates de Tenerife (Aceto), D. Pedro Galván.

En esta línea, CC, PSOE y PP llevaron el asunto al pleno del pasado martes, 7 de julio, con el objetivo de instar al Ministerio de Industria a que estableciera una disposición adicional que formalice la excepcionalidad para las Islas. No sé lo que habrá pasado. En esta iniciativa también se han implicado la Asociación de Cosecheros y Exportadores de Flores y Plantas Vivas de Canarias (Asocan) y la Federación Provincial de Asociaciones de Productores Hortofrutícolas (Fedex), cuyo portavoz, D. Roberto Góiriz, calificó la modificación de ese Real Decreto de "duro golpe para las aspiraciones del sector primario de Canarias".

Al respecto, enfatizó que "al disminuir las primas, muchos de los proyectos que se iban a desarrollar darán marcha atrás". Tanto Góiriz como Galván subrayaron que es necesario apostar por este tipo de acciones, que serían de gran utilidad para que los productores puedan compensar las pérdidas por el efecto de las plagas y la competencia desleal de Marruecos.

Parece lógico, dado el papel que se asigna a Canarias, dotarla de algunos elementos de diferenciación en rentabilidad, propios y consecuentes con sus parámetros dependientes, con los altos niveles poblacionales y con la lejanía que nos pasa continuamente factura de forma directa e indirecta. La citada tecnología podría ser una magnífica herramienta, incluso para consistorios e instalaciones recreativas. Podríamos estar hablando de muchísimo más dinero para Canarias que el Telescopio Extremadamente Grande, por ejemplo.

Los módulos fotovoltaicos o colectores solares fotovoltaicos (llamados a veces paneles solares, aunque esta denominación abarca otros dispositivos) están formados por un conjunto de celdas (células fotovoltaicas) que producen electricidad a partir de la luz que incide sobre ellos (electricidad solar). El parámetro estándar para clasificar su potencia se denomina potencia pico, y se corresponde con la potencia máxima que el módulo puede entregar bajo unas condiciones estándar, que son: 1.- radiación de 1.000 W/m², y 2.- temperatura de célula de 25 °C (no temperatura ambiente).

La tecnología de concentración fotovoltaica se dibuja como una de las opciones más eficientes en producción energética a menor coste para zonas de alta radiación solar como son los países mediterráneos, las zonas del sur de EE.UU., México, Australia… y, por supuesto, las Islas Canarias.

La energía que se produce tiene que ser vendida a la Red Eléctrica bajo unos condicionantes marcados de antemano, los puntos de enganche juegan un papel determinante, intervienen la Consejería de Industria y el ayuntamiento al que está afecto la instalación proyectada; los contratos de arrendamiento dejan la parte del león para las empresas instaladoras, pero aún así conseguir esas excepciones es fundamental.