JULIO, que corresponde al primer período estival, ha sido (o está siendo) un mes de importante actividad institucional. Dígase por el desenlace del discutido Estatut de los catalanes, el debate sobre el estado de la nación, la aprobación del Real Decreto ley sobre la Reforma de la Ley de Órganos Rectores de Cajas de Ahorro (LORCA), la nueva Ley de Puertos del Estado, e incluso la victoria española del Mundial de Fútbol, ha servido de acicate a la diversidad de la tarea consumada. Si lo comparamos con la actividad que desarrolla el Gobierno de Canarias, la mayoría de las veces pendiente del giro postal del Estado al Archipiélago, en el mismo espacio de tiempo, que no de trabajo útil, la diferencia es notable.

Según la oposición socialista, los asuntos de interés no salen adelante. El desempleo sigue como hasta ahora y las ayudas a los dependientes van a marchas forzadas. Y más cosas que no caben en un solo folio. Eso sí, la "Guanchancha" (o somatén de CC, antaño cuerpo de civiles armado) echó a andar sin ningún obstáculo económico. ¡Buen Gobierno! Está visto que los canarios cuentan poco en este valle de lágrimas; los llaman para votar y hasta luego, Lucas. Y vengan los políticos a cobrar por lo que no hacen, o dejan; cuatro años de folklore, de procesiones, de viajes a los ministerios, según Paulino Rivero, "para intentar arrancar algo de dinero a Zapatero". ¡Muy bien! Un poco más y se le hace de noche por el camino; porque eso de tender la mano para pedir, uf, no crean ustedes que no cuesta sudar la camisa. "Salvo para los que no habéis sudado jamás… los que andáis yertos, en el ocio sin brazos, sin música y sin poros" (del poema de Miguel Hernández).

Como digo, y sin ánimo de a estas alturas contradecir al poeta, para que los poros se abran y brote el sudor no es necesario trabajar. En reposo, o a la sombra de un pino, el miedo logra el mismo efecto. Precisamente, y no por rememorar la fecha, el 18 de julio del 36, con la asonada del general Franco, el sudor y la sangre se dieron cita; para Miguel Hernández (1910-1943) pudo ser la referencia del poema "Fuentes de sudor". Preguntárselo a los mayores que sufrieron la guerra, la posguerra y las acciones sucesivas del Movimiento. Con todo, no piensen que se va a repetir la "hazaña" del 36 porque algunos no hagan los deberes. ¿Cómo se explicaría eso a estas alturas? Para horror, la violencia de género; o la de los pringaos que asaltan a las personas y las asesinan; o la que generan los "personajes" de corbata que no atienden los deberes con los débiles. Pero, vamos, ni pensar en "caudillos respondones", ni en botas de caña, ni en trinchas ni en nada de eso. Las iglesias tienen alarmas contraincendios y los religiosos no se la juegan por devolver la oveja descarriada al rebaño. Aunque mucho cuidado con las masas; sí, mucho cuidado cuando no tienen con qué alimentar a los suyos: niños, ancianos, enfermos… No hay forma de atajarlos cuando se disponen a lanzar zapatos, tenis y, puestos a liquidar a los rufianes, hasta la sombrilla de la playa con la esfinge de maese Pinocho el zapatero.

Así las cosas en este verano de 2010 (casi escribo del 36), desacreditado y a punto de licuar a fuego al que se duerma en los laureles. Si bien los que esperan ansiosos tomar las vacaciones y pasar del revoluto, adelante, que el tiempo apremia. Entiendo a los que están hartos de la ceremonia diaria del trabajo a la casa y vuelta a empezar con el mismo trajín del día anterior; mientras los políticos se enriquecen sin apenas dar gongo. Por eso no hay quien les quite la idea de coger el coche para ir al aeropuerto a tomar el avión y largarse con la familia a disfrutar de las vacaciones a Honolulú, de paso por la Isla mágica de San Borondón, que también cuenta para los fantasiosos de enfrente. ¡Feliz verano!

j.manueleon@hotmail.com