Me envía un amigo, profesor e investigador de la Universidad de La Laguna, algunos datos interesantes. "Como sabes -dice en su misiva- la ULL queda a la cola en producción científica, sólo superada por la Universidad de Las Palmas". Menos mal que hasta en eso nos ganan nuestros hermanos de la isla redonda. Pero no nos vayamos por los cerros de Úbeda, ni tampoco por los del Roque Nublo. "Como también sabrás -prosigue mi amigo- al actual rector de La Laguna se le ocurrió el año pasado la solución a tan grave problema: le pidió al director del Instituto de Astrofísica de Canarias, y lo consiguió, que se obligara a los doctores de este centro, fuesen o no profesores de la ULL (incluyendo extranjeros, visitantes, postdocs, etcétera) a que firmasen sus artículos con la doble filiación IAC-ULL". En realidad -y eso no lo dice mi amigo pero lo afirmo yo-, en el Instituto de Astrofísica nunca han tenido demasiadas ganas de mezclarse con la Universidad de La Laguna. Más bien, empezando por su director, han estado siempre en plan "no te acerques demasiado que me tiznas", pero ahora parece que las cosas han cambiado. ¿Y por qué? Pues, si he de hacerle caso a mi amigo confidente, porque Francisco Sánchez, director vitalicio del IAC, necesita apoyos locales para que no lo cesen desde Madrid. Un relevo que están pidiendo sottovoce, desde hace tiempo, muchos miembros del propio Instituto.

Aunque mi informante lo especifica claramente, sobra añadir que dicha medida -la de sumar al conjunto de publicaciones científicas de la ULL la producción del IAC- cambia radicalmente el pobre panorama investigador lagunero. Consultando las bases de datos adecuadas, cualquiera puede determinar que los profesores permanentes de esta Universidad han publicado un promedio de 0,2 artículos anuales por cabeza hasta el año 2008; es decir, un artículo cada cinco años. Deben estar herniados de tanto esfuerzo. En cambio, los investigadores del IAC publican, en su conjunto, entre 200 y 300 artículos por año (283 en 2009). En la Universidad de La Laguna hay unos 1.200 profesores permanentes. El IAC tiene 52 investigadores de plantilla (de los que sólo 20 son de la ULL), amén de otros 67 postdocts y cien más pertenecientes al Consejo Superior de Investigaciones Científicas y a su propia plantilla; estos últimos no tienen nada que ver con la Universidad de La Laguna. Es decir, diez veces menos investigadores (los del IAC) publican lo mismo que todos los pertenecientes a la ULL. En fin, yendo directamente al final para no cansar, la gracia solicitada -y obtenida- por el rector lagunero permitirá a su Universidad multiplicar por dos el número de sus publicaciones; eso sí, de forma un tanto artificial, si bien mi amigo emplea el término "falaz".

De lo anterior surgen algunas consideraciones. La primera, y en lo que se deriva de mi experiencia personal, es que he tenido bastante suerte al coincidir mayoritariamente con profesores de la ULL a los que, además de cumplir cabalmente con sus tareas docentes, todavía les queda tiempo para investigar. ¿A qué se dedican los otros? Buena pregunta, aunque de no muy difícil respuesta. Parece que a medrar, a amedrentar a políticos pusilánimes para que no muevan ni una piedra y no acometan obras importantes para Tenerife, a insultar a directores de periódicos cuando discrepan de sus postulados; cosas así.

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