EL PARTIDO Socialista de Canarias tiende a su división, que podría ser el primer paso hacia su práctica disolución. Jugó muy fuerte y de forma inconsciente el secretario general regional del partido, que es el canarión don José Manuel Pérez, cuando, elegido por votación para sustituir al nefasto Juan Fernando López Aguilar, se le subió el poder a la cabeza y se auto erigió en todopoderoso jefe del PSOE con mando supremo hitleriano-fidelista-estalinista en los socialistas de todo el Archipiélago y parte del extranjero. El nuevo "fürer" regional logró que la secretaría general del partido suspendiera en sus funciones, es decir, hiciera desaparecer del mapa político insular a los comités insular de Tenerife y local de la capital tinerfeña y que se nombrara en su lugar a sendas gestoras, al frente de las cuales colocó a sus incondicionales partidarios, y a los cargos legítimamente elegidos, señores Viciana y Corrales, respectivamente, titulares de los comités insular de Tenerife y local de Santa Cruz, los envió a la prostituta rúa.
No han tardado mucho en reaccionar los socialistas tinerfeños ante la puñalada trapera del nuevo dictador, señor Pérez, quien, en vez de recibir la oportuna reprimenda por parte de la ejecutiva nacional, ésta le hizo el gusto y lo convirtió en santón del partido dándole facultades dictatoriales.
Es indudable que Ferraz no ha medido las consecuencias de esta decisión, que significa una palpable falta de respeto a la parte canaria del partido y a la consideración de toda la comunidad autónoma, al considerarla plato de segunda mesa, que es lo que representa dar luz verde a un follón interno de esta clase, porque ya el rocambolescamente destituido Ignacio Viciana trabaja en la constitución de una plataforma que puede llegar a ser un nuevo partido. Eso sí, de izquierda, con los que dejarán de ser socialistas para integrarse en esa naciente opción política.
No sé cuál será la reacción del "fürer" Pérez ante este conato divisorio, del que él es el único culpable, pero cualquier político canario tomaría en consideración, no a Viciana, a quien no conozco como activista, pero sí a Corrales, que es una persona extraordinariamente activa en su gestión, y puede ser malo como adversario. Allá el señor Pérez, con sus ínfulas chavistas, en su afán de sepultar a su propio partido.
Y, por último, una mala noticia para el "fürer" socialista-canarión, es que el "levantisco" señor Viciana tiene como aliado en la realización de sus propósitos al influyente miembro de su partido Santiago Pérez.