Es sabido que las actuales pensiones de la Seguridad Social se rigen por una "estructura piramidal", es decir, las pensiones de los jubilados dependen del número de trabajadores cotizantes, y, como se sabe, los sistemas piramidales no funcionan, incluso algunos de ellos están calificados de ilegales.

Últimamente nos están advirtiendo del peligro que corren nuestras pensiones, y todo por ser un sistema piramidal.

Si realmente queremos reformar y dar seguridad a nuestro sistema de pensiones, es necesario que le demos carácter estatal, pues de lo contrario pobres y parados estarán en desventaja respecto al resto de ciudadanos. Eso sí, el control del paro debe ser real.

El Estado nos obliga a afiliarnos a la Seguridad Social, por lo que debe ser él quien responda de las cantidades de dinero que los ciudadanos hemos ido entregando a lo largo de tantos años, es decir, de nuestras pensiones, pues de lo contrario nos habrá estafado.

Si no es así, pedimos libertad de afiliación a la S.S., puesto que se trata de un sistema de pensiones poco seguro.

Los planes de pensiones del Estado deben ser copia de los planes de pensiones que ofrecen las entidades bancarias. Estos no dependen del número de clientes que tenga el banco, por lo que las pensiones de la S.S. tampoco deberán depender del número de cotizantes. El Estado puede y debe garantizarnos un sistema de pensiones digno.

Los planes de pensiones que ofrecen las entidades bancarias no gozan de nuestra confianza, pues hemos visto últimamente, que en cualquier momento pueden llegar a la quiebra .

Las pensiones deben ser públicas, puesto que el Estado recauda el dinero que necesita a través de impuestos. El Estados somos todos, hoy pagamos y mañana cobramos.

Parece ser que el sistema de pensiones de la Seguridad Social se tambalea, en gran parte debido a esas prejubilaciones vergonzosas en Televisión Española y en empresas que ganan el dinero a manos llenas, como Telefónica y los bancos, así como las escandalosas y desorbitadas pensiones de políticos y altos cargos.

Debemos olvidarnos del sistema piramidal de pensiones, pues creemos que si los bancos pueden responder de sus planes de pensiones mejor lo puede hacer el Estado.

Lucía Vidal Rahola

(Barcelona)

Parajes naturales en Arico

Hace unos días me alegró leer que la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial del Gobierno de Canarias aprobaba las normas de conservación del sitio de interés científico Acantilados de La Hondura, en Fasnia. Un paraje único y de una belleza espectacular, sobre todo cuando se transita en barco y se contempla desde el mar. Pero al mismo tiempo me embargó el temor, pues recordé que las normas de esta Consejería eran ignoradas por algunos ayuntamientos de Tenerife y que, por tanto, estas intenciones podían quedarse sólo en papel mojado.

Precisamente, en un ayuntamiento vecino, en el de Arico, los despropósitos en cuestiones medioambientales y los atentados a los parajes naturales son variados y continuos. Así, en un paraje que la Consejería de Medio Ambiente consideraba como único, por constituir una muestra representativa de algunos de los principales sistemas naturales y hábitat característicos del Archipiélago, se construyó a destajo con el consentimiento del propio Ayuntamiento de Arico. Así que esperamos y confiamos en que el Ayuntamiento de Fasnia no actúe en estas cuestiones con la misma permisividad que el Consistorio ariquero, ya que este, es decir, el de Arico, ha permitido que se destrocen espacios únicos en su municipio y tiene sumido en un abandono total su patrimonio natural, cultural y paisajístico.

Francisco Castellano

(S/C de Tenerife)