HAY VECES que los periodistas "podemos" hacer trabajos en los que la exageración, el populismo o la demagogia pueden aparecer con o sin ribetes deshonestos a modo de baca o bacinilla para que quepa o suene mejor un enfoque concreto de la realidad. La palabra y la escritura se pueden manejar con mayor o menor acierto buscando vueltas, camuflajes, coplillas o cuentos en los que la exhibición o la defensa de posiciones "de parte" se hacen fuertes en beneficio o en perjuicio de un canal o línea informativa determinada. A favor o en contra de una dirección señalada se pueden decir muchas boberías.

Podemos visualizar lo que comento fácilmente en el tratamiento de la actualidad por parte de medios que pueden ser doctrinalmente de izquierda o de derecha integral y de arriba a abajo; la prensa, la televisión, la radio e internet están abarrotados de tajos o patrones a los que claramente se les ve el plumero. Digamos que representan formas unificadas de analizar las cosas que pueden llegar hasta la manipulación, que se compone en una parte de convicción y en otra de hinchamiento o calentamiento en ocasiones muy culpables de responder a patrones estratégicos y de intereses predeterminados.

Según esta división, el "pensamiento libre" es difícil de encajar, aunque, para pesar y tormento de todo el montaje doctrinal, la sociedad cada vez entiende más y es más capaz de discernir correctamente sobre quién maneja, en ese momento y en ese lugar, la verdad. La verdad es la que tiene que imponerse. Es falso que haya muchas verdades; solo hay una, que es la que tiene que primar. Eso sí, hay muchas maneras de observarla, que es, por supuesto, lo que lleva al contraste y al debate.

Pero los políticos son los maestros. Aquí, en Canarias, nos han estado vendiendo sintonías, fábulas y lemas de allende los mares, con milongas masticadas por unos supuestamente representantes de sectores conservadores y otros de sectores progresistas, pero poniendo ambos todo tipo de trabas, cuestionamientos, palos en las ruedas y pegas a cualquier cosa que pudiera sonar u oler a Canarias y con el simple objetivo de abortar cualquier construcción de nada, dividiendo internamente lo más que se ha podido, y curiosamente todo ello sucediendo en un Estado que de hecho reconoce a Euskadi y a Catalunya como realidades. El Estatuto supuestamente renovado de Canarias ha sido boicoteado en las legislaturas de gobiernos socialistas por el reclamo de una ley electoral más justa, cuando en las legislaturas populares lo que se propugna es el cerrojazo.

Ninguno de los dos partidos estatales con representación delegada o de mando en Canarias se ha enterado de que hemos dejado de creer que ellos nos mantienen. Rotundamente no. La crisis ha puesto de manifiesto que somos los últimos de la fila, nada distinto a una RUP dependiente y sin motores en la que sus gentes tienen que estirarse, siendo cuando menos muy discutible un trato productivo equilibrado que cada vez se recorta más y anda a menos en una espiral que nos empobrece el minutero.

Son conocidas las campañas de ambas delegaciones "sibuanistas" de PP y PSOE, recortando, amputando y cabalgando, por ejemplo, contra el Estatuto, la Televisión Canaria o la Policía Canaria, como ejemplos de un proceder que en el caso concreto del Partido Socialista ha tenido un conato de mediocre giro tormentoso aún no materializado en apoyo a Canarias, salvo en la voluntariedad de Madrid, y menos oyendo a su portavoz explicando e ironizando jocosamente sobre las visitas de altos cargos a Israel por una especie de confabulación del Gobierno de la "Coca" para crear un centro de investigación que vigile el entorno de Canarias, asesorado por el Mossad judío, nada menos que la inteligencia y el contraespionaje más famoso del mundo después de la CIA. Ojalá.

¿Ves?, y esto es lo que decía al principio. Aunque ahora el director del Mossad sea más asequible, ya que se apellida Pardo, lo que hace Marcos de la saga de los Pérez es reírse de lo pequeñita que la tiene la POCA, a la que otros llaman Guanchancha, intentando ridiculizar la causa que consume el dinero de los parados, de la sanidad o de la educación canaria. El mismísimo diablo.

El presidente del Gobierno le pidió por favor al portavoz del PSOE un poco de "coherencia" y que no haga tanta demagogia con lo reducida que la tiene, según el Mossad.