EXISTE mucha preocupación respecto a la situación económica y social de Canarias, la cual se agrava, pese a las encuestas interesadas y a las mentiras de un presidente que no quiere admitir el aumento del hambre y del paro. Todo indica que pueden producirse cambios significativos que no dependen de los políticos bolsilleros y despilfarradores actuales. Cambios que dependerán del pueblo canario, de cada uno de los ciudadanos. Por ello, el Movimiento Patriótico propone una manifestación pacífica y secreta. Una manifestación a través de las urnas el 22 de mayo, en contraposición a la abstención, pues abstenerse significa mantener en el poder a los culpables de nuestra ruina, a los que siguen un tren de vida con opulencia.
El futuro inmediato de Canarias puede estar en los resultados de las próximas elecciones. Sabemos que hay un descontento mayoritario con los gobernantes, porque estos han generado mucha desilusión y desconfianza. Ahora bien, no podrá haber ningún cambio positivo sin la participación de los ciudadanos. De nada vale protestar y quejarse si no se confía en gente con un proyecto de gobernabilidad como el que ofrece el MP conjuntamente con la participación de Consejos de Ciudadanos. Un proyecto que hemos ido publicando en las páginas de EL DÍA desde finales de 2008 y que está expuesto en internet. Una propuesta responsable basada en la realidad de Canarias y teniendo como referente a los países más avanzados del mundo, principalmente los escandinavos, Australia y Nueva Zelanda.
El proyecto del Movimiento Patriótico es, según el editorial de EL DÍA del 6 de febrero, "el partido emergente que va a concurrir a las elecciones de 2011, que es tal vez el mejor definido, el más patriota, el más inteligente y que quiere lo mejor para su tierra". Hasta ahora no se había desarrollado un programa soberanista que pudiera ser aceptado ampliamente por los ciudadanos. Unos, con su radicalismo, lo que han logrado es el rechazo casi generalizado por el pueblo. Otros, con su falso nacionalismo, como los de CC, han conseguido beneficiarse en perjuicio de los habitantes de estas Islas, las de los canarios. Motivo por el cual el MP no aceptará ninguna conjunción con estos mercaderes de la política. ¡Deben ser desterrados!
Al Movimiento Patriótico le temen porque actúa con coherencia y seriedad, pues esta organización define bien su nacionalismo. Defiende un Estado soberano vinculado a la UE mediante un tratado especial, de mutuo acuerdo, con una ley de residencia justa. Un Estado soberano reconocido por la ONU, con un gobierno auténtico y hacienda propia para que no se lleven nuestro dinero. Así podremos tener fronteras reconocidas internacionalmente para explotar nuestros recursos naturales y desarrollar un proyecto de economía sin necesidad de pedir permiso a nadie ni mendigar en Madrid y Bruselas.
Sucede que la envidia es tan grande en Canarias que algunos que se autodenominan independentistas no podrán soportar que el MP tenga éxito en las próximas elecciones. A principio del pasado mes de enero, dos "embajadores" se dirigieron al MP proponiendo una unión de todos los grupos para concurrir a las elecciones de mayo, ya que, según ellos, veían posibilidades de obtener resultados positivos. La respuesta del MP fue un no rotundo, al tratarse de los típicos grupos que han contribuido a meterles miedo a los ciudadanos, y porque ya hemos dado nuestra palabra de que no estamos vinculados a ciertas organizaciones de cuyos líderes huye la gente como el diablo de la cruz. En realidad, no pretenden beneficiarse de la labor del MP, sino destruirla, porque los ciudadanos no nos votarían. Y como resultado de esa negativa, ahora se orquesta una campaña proponiendo la abstención. ¡Qué patriotas!
Sabemos que la antidemocrática ley electoral actual está sustentada por CC, PSOE y PP para evitar que partidos honestos puedan tener representación, pero es un reto que el MP asume. Por consiguiente, confirmamos que nos presentaremos a las elecciones de mayo, especialmente al Parlamento. Es la mejor oportunidad que los ciudadanos tienen para manifestarse pacífica y secretamente. Por lo tanto, hacemos un llamamiento a todas esas personas descontentas para que, en vez de abstenerse, acudan a votar para intentar propiciar el cambio que nuestra sociedad requiere y dar el primer paso hacia la soberanía y el progreso.
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