ESTA es la segunda parte de la balada triste y perdida del Puerto de la Cruz, que empezó como brillante fenómeno de atracción musical europea bastante antes de los años setenta y se extinguió penosamente a principios del siglo XXI.

Leo recuerda bien las vivencias relacionadas con su profesión. ¿Quién es Leo? Un trompetista uruguayo que salió de su tierra natal a los 19 años con el pasaporte y la trompeta. Se fue a EE.UU. y en los cruceros Sagafiord, donde su tío era maitre, se colocó en la orquesta del barco. Navegó cuatro años y pico, y cuando estaba en Persia tocando para un jeque "Cuando calienta el sol", le pidieron que repitiera y repitiera. Terminado el espectáculo, el asistente del jeque fue al escenario y le dio a todos los componentes de la orquesta una bolsita con piedritas preciosas. Su oportunidad para establecerse y ver a su mamá, a la que llevaba cinco años añorando. En uno de esos viajes se fue a comer en Barcelona a un restaurante que se llamaba Los Canarios y que pensó de su país, porque a los de canelones los llaman así. El camarero trataba a todo el mundo de "mi niño" con su acento especial. Preguntó, descubriendo y acabando en lo que considera una joya, el Puerto de la Cruz, donde efectivamente se afincó.

En la primera columna dedicada a este tema ya nombramos, Leo y yo, a muchos, en los que podría centrarse un humilde reconocimiento y homenaje a tanta genialidad olvidada. Mencionamos en la columna anterior a enormes figuras y a sus recintos base de aquellos tiempos en los que residentes y visitantes gozábamos y nos deleitábamos con los ambientes perfectos e integrados que colocaban al municipio más pequeño de las Islas como el centro del Universo.

Es que ese pasado fue en verdad glorioso y, como los dinosaurios que dominaron el planeta, prácticamente en unos pocos años se extinguió. Casi todo se perdió y casi todo se apagó en el Cretácico Terciario; muchos músicos se dedicaron a otra cosa en una historia que para el municipio norteño y para ellos mismos pudo resultar hasta lastimosa y degradante, porque su hecatombe, ligada al Puerto de la Cruz, podía haberse paliado.

Esta vez, al principio, en la entrada por el Bel Air nos encontrábamos a diez pasos con el único club de jazz de Tenerife, el Blue Note, liderado por el maestro austriaco Otto Axmann, que cantaba igual que Frank Sinatra, acompañado por los baterías Víctor y Vargas. Caminando hacia la plaza del Charco se podía parar en el restaurante 3 Coronas, dedicado a la gastronomía escandinava, con el Trío Paraná y los siempre recordados amigos Armando, Isidro o el realejero Félix. A cincuenta metros del Bar Dinámico resplandecía Las Tejas Verdes, precioso, acogedor y siempre con melodías canarias y con Manolo, Chano, Manolito el de La Vera y los buenos arpistas, el Chileno, o Abreu y el Trío Guayaqui. También guitarristas clásicos, o los gemelos Gabriel y Eugenio, que ofrecían estupendos conciertos.

Pianistas como Pepe Salazar (palmero) ponían su toque en las tardes del Maritim. En la sala de fiestas Columbus, la orquesta Los Yikinsons hacía las delicias con el grupo de Gilberto y unos hermanos que eran de La Orotava en la sala de fiestas El Tope. En la sala internacional, Meneses, con el batería Raúl. En la sala de fiestas Caballo Blanco… a la que venían a ligar y a bailar con las guiris desde todo el Valle, ejercían el batería Fillo, el Saxo y el organista de gafas -lástima que no me acuerde del nombre-. El portero de la sala era el señor Abad, que había sido guardia civil y lo trataba como si fuera el abuelo. Machacaban la batería Vicente el valenciano y el recordado Willy. En la sala de fiestas Tusset brillaban Los Vampiros Rojos, de Los Realejos. Había estupendos folcloristas del flamenco, pero ese sería otro libro.

Cuando terminábamos del curro, unos bien y otros medio cargados, íbamos al muelle a comer los célebres y recordados bocatas de caballa en el Bar de Juanito, de tres por tres metros, donde los profesionales de la noche turística terminaban las tertulias noctámbulas. El Festival del Atlántico, único en las Islas Canarias y por donde pasaron tantos y tan famosos cantantes.

¿Qué clase de terremoto ha sucedido? ¿Un meteorito? ¿Desaparecieron los dinosaurios?

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