Con posterioridad a las fechas de los Carnavales, está previsto por el Consistorio de Santa Cruz de Tenerife que se inaugure un nuevo servicio de transporte de cinco guaguas turísticas de dos plantas (la parte superior sin techo), las cuales tendrán catorce paradas en esta capital, desde el puerto a pie de los barcos.

D. Ángel Isidro Guimerá, promotor de dicha iniciativa, manifiesta que este proyecto "será una fuente de puestos de trabajo". ¿El consejero de la Sociedad de Desarrollo del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha pensado un momento la cantidad de taxistas que van a pasar hambre gracias a su fantástica idea?

Yo le haría una pregunta al Sr. Guimerá: ¿el ayuntamiento ya ha hecho un plan de viabilidad para el sector del taxi o bien sigue igual, que nunca el Consistorio se acuerda de los taxistas de Santa Cruz de Tenerife? ¿Dónde van a meter a las 1.087 licencias que hay en plantilla, sabiendo todos los políticos, sin excepción alguna, que en esta capital sobran 532 licencias de taxi?

No olvidemos que estos servicios turísticos de cruceros los viene realizando el servicio de taxistas de esta ciudad.

Nos quitan los servicios de los turistas de cruceros para dárselos a las nuevas guaguas. ¿Estas serán la fuente de nuevos puestos de trabajo? Señor consejero, usted no cuenta las pérdidas de puestos de trabajo que se producirán en el sector del taxi.

El proyecto es novedoso para esta ciudad, pero no único, ya que dicho servicio ya existe en otras ciudades de España.

El Consistorio es el responsable del transporte público del taxi, y también tiene el deber y la obligación de encontrar un equilibrio entre la oferta y la demanda de usuarios del taxi.

Miguel Ariza Cabello

Queja dirigida al centro de salud de Arafo

El estado de impotencia, desamparo y rabia contenida es el motivo que me ha inducido a efectuar públicamente esta queja en el periódico EL DÍA por culpa de la incompetencia de algunos profesionales del centro de salud de Arafo, y a continuación relato los hechos tal y como han sucedido:

Soy una persona hipertensa que desde hace años estoy tomando medicamentos y llevando un control periódico de la tensión arterial. El viernes tarde, sábado y domingo el centro está cerrado. Hoy lunes, día 14, a las diez de la mañana, acudo al médico de cabecera para repetir las pastillas de la tensión, de las que me tomo una por la mañana y otra por la noche. Al encontrarme un tanto indispuesta, le comuniqué a la señorita auxiliar a la entrada del centro que me tomara nota para que el ATS me tomara la tensión, ya que en el 012 no dan hora sino para repetir medicamentos o para consulta médica.

Después de salir de la consulta médica y de esperar veinticinco minutos y ver que la puerta del despacho del ATS no se abría, toqué en ella para que me atendiera y observo al citado "profesional" sentado ante el ordenador muy afanado. Le comunico que me sentía indispuesta y que necesitaba que me tomara la tensión, a lo que me contestó que yo no tenía cara de estar mala y que no lo creía conveniente. Me dijo que si yo pensaba que él era bobo, que yo había aprovechado ir al médico para tomarme la tensión, que él lleva más de veinte años en la profesión y ya conoce a la gente.

Mi rabia e impotencia fue tal que ya tenía el brazo descubierto para que me hiciera la prueba y le dije que era un irresponsable y salí de su despacho con unos nervios que si la tensión no me mató en ese instante no creo que lo haga jamás.

Ana Delia Carvajal de la Rosa