El llamado "índice de la miseria", que combina la tasa de paro con la inflación, se ha disparado en España, que se sitúa a la cabeza de la Europa de los veintisiete en este infame indicador.

La situación es muy grave. Basta ya de palabrería, de ineficacias y de mentiras. Los inútiles que nos gobiernan, si tuvieran un mínimo de decencia y de amor a España, ya hace tiempo que deberían haber dimitido, pero en este país no dimite nadie, ni aquellos que nos han llevado a la ruina y no hacen nada por sacarnos de ella.

Siguen los privilegios y los gastos suntuosos de los políticos, las jubilaciones a los siete años, las pagas extraordinarias, los viajes gratis, las subvenciones a los sindicatos, cineastas y grupos afines a los gobernantes, y una larga lista de privilegios que no se han tocado, mientras el paro crece cada día más y la gente pierde su vivienda y su trabajo, mirando el presente y el futuro con una enorme preocupación y desconfianza.

¿Tendremos que hacer lo que han hecho los ciudadanos portugueses? ¿Salir a la calle y decirles a estos ineficaces que se marchen a su casa y que den paso a que otros lo intenten, ya que ellos han fracasado rotundamente?

A la mayoría de los ciudadanos no nos importa ni las ideologías políticas ni los partidos; lo que nos importa es tener más libertad para poder elegir a nuestros gobernantes, cosa que ahora no tenemos con las listas cerradas, y tener el poder de decisión para quitar a los malos gobernantes sin esperar a que nos arrojen al abismo de la desesperanza.

Encuesta tras encuesta, la valoración que los ciudadanos hacemos de nuestros políticos no llega ni al aprobado rascado; siempre suspenden, como los malos estudiantes. ¿Es racional que ante esta situación se comporten como si la cosa no fuera con ellos? Pero no, aquí no dimite nadie.

Juan Rosales Jurado

Becas denegadas

He leído en el periódico de hoy los problemas que están teniendo algunos alumnos para el cobro de sus becas. Debo decirles que a ellos, por lo menos, les conceden becas.

Estoy desempleada desde hace más de dos años y medio y no tengo derecho a percibir ningún tipo de ayuda ni prestación porque no tengo "obligaciones" (hijos, hipoteca...), como dicen en la oficina del paro. Pero vivo sola y debo hacer frente a mis gastos periódicamente como todo el mundo. Decidí ampliar mi currículum y realizar cursos, pero en las academias subvencionadas para impartir cursos a desempleados, pues actualmente no cuenta con subvenciones para impartirlos; o sea, que no hay cursos gratuitos.

Me matriculo en la Escuela Oficial de Idiomas, a la que debo trasladarme dos o tres días por semana con mi vehículo, y donde tienes que abonar una considerable matrícula y demás, y me informan de que existe una beca para dichos estudios. Después de meses mareando la perdiz, pidiéndonos nuevos datos y copias certificadas de estudios y demás, con el consiguiente gasto de compulsas, recibo una carta en la que se me deniega dicha beca, y lo mejor de todo es el motivo que ponen, igual para todos, contrastado con otros compañeros: "Poseer título que le habilite para el ejercicio profesional o estar en disposición legal de obtenerlo y/o no ser la beca o ayuda que solicita para cursar estudios de un ciclo o grado superior a los de las enseñanzas cursadas. El título de bachillerato es superior al nivel básico de idiomas. Podrá solicitar para nivel intermedio".

Vamos a ver: son seis años en total, dos para cada nivel, y yo curso segundo del primer nivel, o sea, segundo de nivel básico. ¿Me dicen que tenía que pedir beca para nivel intermedio por tener título de bachiller? Ja, ja, ja. Perdonen que me ría, pero es que esto es una tomadura de pelo. Si no quieren concedernos beca, que simplemente lo digan, pero que no nos tomen por tontos indicándonos un motivo que no tiene sentido. Si estoy en básico dos, no puedo solicitar beca para nivel intermedio.

Independientemente de los títulos que tenga, estoy desempleada y necesito ayuda económica al menos para el transporte.

Cristina Pérez

(La Orotava)