LAS ÚLTIMAS declaraciones del ministro de Trabajo y de la ministra de Economía, en tanto que miembros del órgano colegiado que gobierna (o desgobierna) España, ponen de manifiesto que estamos yendo al garete desde hace tiempo. El paro sigue su marcha ascendente a pesar de que cada vez son menos las empresas en situación de despedir a sus trabajadores; simplemente porque ellas mismas desaparecen, aunque en algunos casos sería bueno conocer su actuación en tiempos de bonanza. Pero esto último quizás sea objeto de otro comentario.

La responsabilidad de la situación que atravesamos y del negro futuro que se nos muestra ha de recaer, por fuerza, en un gobierno que no quiso reconocer la crisis en que nos hallábamos inmersos. Y sin reconocer el problema difícilmente se podía arbitrar solución alguna. Y he dicho "en un gobierno", pues no solo recae en el señor Rodríguez Zapatero en tanto que presidente del mismo. El Gobierno es un órgano colegiado en el que todos sus ministros asumen la responsabilidad. Digo esto porque ahora, tras el pronunciamiento de ZP en cuanto a que no será candidato en las próximas elecciones generales, surgen, o se postulan, como futuros presidenciables el actual ministro de Interior y la actual ministra de Defensa. ¿Es que se pueden llamar andanas en la debacle económico-social nacional que estamos padeciendo? Me parece muy fuerte que los pirómanos de este bosque pretendan devenir en bomberos para sofocar el incendio.

Pero en esta debacle nacional también hay corresponsables. Por su condición independentista, dejo al margen al Partido Nacionalista Vasco (PNV) y a Convergencia i Unió (CiU). Por su condición de sanguijuelas del Estado tengo por iguales a PNV, CiU y CC (Coalición Canaria). Estos son responsables de que los ciudadanos españoles no nos hallamos podido manifestar democráticamente en las urnas respecto de un necesario y posible cambio en el devenir de España.

Redacto este artículo después de haber escuchado a nuestro presidente de Canarias, don Paulino Rivero, en el programa de la COPE "Las mañanas de Sáenz de Buruaga". Me ha reforzado el convencimiento que tenía del sanguijuelismo de esta CC que lleva gobernando esta Comunidad desde hace demasiado tiempo, habiendo obtenido o no mayoría en las urnas a tal fin. Esta CC es corresponsable de las miserias que sufre España, por cuanto una y otra vez se ha avenido a apoyar al Gobierno en la aprobación de unos presupuestos generales, sabiendo y reconociendo públicamente que tales presupuestos eran "malos para España, pero buenos para Canarias". La realidad ha sido y es que eran malos para España y malos para Canarias. Esta Comunidad ha alcanzado un nivel de desempleo imponente y no arbitramos cambios estructurales para corregir la situación. Seguimos sometidos a los avatares del turismo. Somos una sociedad de servicios y, por tanto, una sociedad sometida. Y ello pese a la "alta responsabilidad política" de CC en mantener en el poder a ZP, evitando que los españoles pudiésemos manifestar nuestra responsabilidad en las urnas para tratar de corregir el rumbo. Ahora, otra vez, CC es llamada por ZP para apoyarle hasta el fin de la legislatura. ¿A cambio de qué trapicheos?

Una cosa sí tengo clara ya: a quiénes no voy a votar. Y de verdad que lo siento, don Ricardo Melchior, porque no es cuestión de su quehacer en el Cabildo, es cuestión de la marca.