Es costumbre en esta Casa, y así lo saben nuestros lectores, publicar editoriales los domingos y martes, y comentarios los demás días de la semana. Sin embargo, a veces se impone la excepción. Hoy es una de esas veces por la importancia de los asuntos sobre los que nos proponemos reflexionar en las siguientes líneas.

De nuevo recurrimos a noticias publicadas por EL DÍA, concretamente en nuestra primera página de ayer. "Canarias gestiona mal su educación". Esa era la principal noticia en nuestra portada del martes. Lo que nos faltaba: encima de pasar hambre por estar colonizados, resulta que el Gobierno regional gestiona mal la educación. Y no acaban aquí los desastres. También publicábamos ayer en portada una foto de lo que se ha convertido el Parque Viera y Clavijo de Santa Cruz. Está claro que sigue perdiendo Santa Cruz, y también toda la Isla de Tenerife por culpa de sus políticos. ¿Una falta de educación del pueblo? Estamos convencidos de que sí. Y no nos referimos sólo a la educación escolar, sino también, y de manera especial, a la educación cívica. Eso que antes se llamaba urbanidad y que se ha perdido debido a las "gracias" de los socialistas, que están arrasando con lo poco que le quedaba de respetable a la sociedad española. Porque también aumentan los casos de sida en Canarias. Pero, ¿por qué hemos de ocuparnos nosotros de la sociedad española si somos canarios con nuestros propios problemas y también, lo decimos un día más, con nuestros recursos, que son inmensos? Pues por una razón muy sencilla: seguimos colonizados y esclavizados por España. No somos dueños de nuestras decisiones porque para todo tenemos que pedir permiso a unos políticos peninsulares que nos gobiernan desde 2.000 kilómetros. ¿Se ha visto alguna vez un disparate semejante?

Seguimos con noticias de nuestra edición de ayer, en este caso publicada en la página 5 de EL DÍA: "La Plataforma del Hospital del Sur achaca a CC y PP los continuos retrasos". Politiqueos que van en perjuicio de los canarios. Aurelio Abreu, senador y candidato socialista a la presidencia del Cabildo de Tenerife, coincide con dicha plataforma cuando afirma que "los principales responsables de que hoy no se cuente aún con un hospital público en el Sur de Tenerife son los que han tenido las competencias y, por lo tanto, la responsabilidad en estos últimos 16 años. Es decir, los gobiernos sustentados por Coalición Canaria y Partido Popular". Estamos de acuerdo. Sin embargo, no puede olvidar el señor Abreu que su partido le ha hecho mucho daño a Canarias. Dejamos a salvo, como siempre lo hacemos, a los socialistas humanistas, pero condenamos por perverso -ya lo hizo el cardenal Pacelli cuando era el vicario de Cristo con el nombre papal de Pío XII- al socialismo político. Y entramos en el asunto con más fondo de este editorial.

De nuevo nos referimos a una noticia de EL DÍA: "Rivero y la CEOE discrepan sobre el inicio de la recuperación económica". Mientras el presidente del Gobierno regional, Paulino Rivero, defiende que Canarias se recuperará de la crisis antes que el resto del Estado, la Confederación Provincial de Empresarios de Tenerife matiza que no todos los indicadores económicos -entre ellos el de la venta de viviendas- avalan esta posibilidad. Esto es muy grave porque echa por tierra las previsiones del Gobierno canario sobre la recuperación. Pero lo más grave es una frase de don Paulino Rivero, recogida igualmente en nuestro periódico de ayer: "Si el turismo no funciona, tendremos que volver a emigrar". Maldita la democracia que nos gobierna, añadimos nosotros. O que nos mal gobierna. Esta falsa democracia de listas cerradas dista mucho de ser la auténtica democracia de la que disfrutan los países libres; de la democracia que existirá en Canarias cuando seamos una nación soberana y con estado. Los políticos que medran en esta democracia corrompida e inservible han hecho de Canarias un infierno cuando estas islas eran un paraíso. Políticos que, para colmo de su desvergüenza, ahora quieren repetir para seguir jodiendo al pueblo. ¿Cómo es posible que alguien, y más si es el presidente del Gobierno autónomo, hable de volver a emigrar? ¿Cómo es posible que se diga esa barbaridad? Si Canarias tiene recursos y riquezas para que sus habitantes vivan bien, ¿por qué tenemos que limitarnos a vivir del turismo que es cambiante como se ha demostrado últimamente? Tenemos la posibilidad de recuperar nuestra agricultura y nuestro comercio con una fiscalidad diferenciada de la que existe en el continente europeo, como la que teníamos antes y con la que conseguíamos que tanto los españoles como los turistas de otros países nos visitasen atraídos también por el aliciente de las compras. Ya que hemos hablado del comercio, ¿por qué tiene que estar centrado en Las Palmas y no en todo el Archipiélago o, por lo menos, también en Tenerife, que es la isla más extensa, poblada y rica? Están asimismo nuestros puertos y aeropuertos. Está nuestra privilegiada situación geográfica, única en el mundo, pues nos encontramos entre tres continentes. De la misma forma, podemos hablar de pequeñas industrias de transformación que no requieran grandes contingentes de materias primas. ¿Nada de eso nos sirve para salir adelante? Parece que no. No podemos sacar provecho de todas estas ventajas mientras sigamos colonizados por los españoles; mientras la Hacienda española arrase con el fruto de nuestro trabajo a cambio de unas migajas que les dan a los quíqueres de Madrid cuando cacarean un poco para que se callen.

En definitiva, hay muchas soluciones sin tener que llegar a la emigración. Emigrar, ya lo hemos hecho bastante en el pasado debido a las miserias que nos ha inducido España y su maldito colonialismo. No podemos perder ahora, como lo hicimos entonces, la savia de nuestra sociedad que es la juventud. No se les puede decir a los jóvenes que abandonen su tierra para buscar trabajo en el extranjero, porque nos hemos gastado mucho dinero en formar a esos jóvenes. Esa sí que es una mala forma de gestionar la educación. Es la peor de todas, pues se trata nada menos que de prescindir del talento y la preparación de nuestros hijos después de habernos gastado muchísimo dinero en formarlos. ¿Cómo se puede decir esa barbaridad, don Paulino? Los que tienen que abandonar Canarias no son los hijos de estas Islas, sino los que han venido de fuera a quitarnos nuestra tierra y nuestros puestos de trabajo. Y hasta usted debería marcharse, don Paulino, si no se cree capaz de gobernar como es debido. ¿Qué va a hacer usted, así como doña Ana Oramas, don José Luis Perestelo y todos los que han estado ayudando al Partido Socialista, cuando el pueblo les pida cuentas? ¿Dónde se van a ocultar? Deberían darse cuenta de que son ustedes los cómplices de quienes le están causando a Canarias sus principales males. Ustedes y no la coyuntura internacional, que sigue siendo la normal de toda la vida. El par de años de crisis ya se superó en todo el mundo, salvo en España y en su finca colonial canaria. Reaccione, don Paulino, y pida la independencia por el bien de su pueblo y el suyo propio.