YA SE HA TERMINADO mayo, y con él una serie de acontecimientos a los que me voy a referir. La última semana, que culminó el 30 de mayo, tuvieron lugar para mí tres celebraciones importantes en el Archipiélago: la celebración de San Fernando, santo patrón de los ingenieros militares, en sus diversas ramas: ingenieros-zapadores, transmisiones y politécnicos, de los que acabamos de celebrar el 300 aniversario de su creación como cuerpo armado, con una serie de conferencias, exposiciones y conciertos en Santa Cruz de Tenerife. La Semana de las Fuerzas Armadas (FFAA), del 23 al 28 de mayo, materializada en una serie de exposiciones temáticas sobre los dieciocho años en Bosnia Herzegovina, los boinas verdes o fuerzas de operaciones especiales, en el palacio de Capitanía General y en Almeyda, respectivamente, y un despliegue del material actual de las FFAA en la plaza de los Alisios del auditorio Adán Martín. Se celebró igualmente el 28 de mayo un concierto en el Auditorio de Tenerife Adán Martín por la Banda de Música del Mando de Canarias. Hubo también un ciclo de conferencias en la Sala de Conferencias del Museo Militar de Almeyda: el día 24, "El 25 aniversario de la llegada de los helicópteros a Canarias"; el día 25, "El 50 aniversario de las Unidades de Operaciones Especiales", y, por último, el día 26, el teniente general Quesada, procedente de Ingenieros, dio una vibrante y emocionada conferencia sobre "El 300 aniversario del Arma de Ingenieros". Los actos finalizaron el día 27 de mayo con un homenaje a la bandera española, con su izado solemne a las once horas y su arriado igualmente solemne a las veinte horas. También se ha celebrado el Día de la Comunidad Canaria, en recuerdo de la constitución de su primer Parlamento, con una serie de actos. Me ha llamado la atención el poco eco en los medios de comunicación, especialmente los de las Islas, de estos actos, singularmente la televisión autonómica, que pienso que debería estar para reflejar todo lo singular que ocurra en las Islas, y no solo lo de Las Palmas, deporte y algún que otro espectáculo, serie o película.

Visto lo anterior, paso al importante hecho celebrado el 22 de mayo: las elecciones a los ayuntamientos y a la mayoría de las comunidades autónomas, que resultaron un gran triunfo para el Partido Popular, que tiñó de azul el mapa de España, obteniendo 8.474.031 millones de sufragios, siendo votado el partido en el Gobierno por 6.276.087 sufragios, algo más de dos millones menos, y una pérdida de votos con relación a 2003 de casi dos millones, que han ido a parar, pienso, a la abstención, a IU y a UPyD. El resultado parece normal, lo esperado, dado el elevado índice de paro, principalmente entre los jóvenes, la mala situación económica y el endeudamiento y desmadre en cierto modo en las autonomías, en general, que repercute en un importante desprestigio interior y exterior. No hay más que ver la importante crisis del pepino español, y en general todas las hortalizas, sector con más de trescientos mil empleos, producida en Alemania, donde gobierna, recordemos, la "fracasada Merkel", que después de una semana con importantes pérdidas para el sector no solo económicas (cientos de millones de euros), sino de prestigio, difícil de recuperar en poco tiempo, el Ejecutivo prácticamente no ha reaccionado. Esto en tiempos de Loyola de Palacio (q.e.p.d.) y de Aznar o no se habría producido o se habría actuado rápidamente, no permitiendo que gran parte de los países europeos pongan en cuarentena nuestras exportaciones agrícolas. En gran medida, esto es debido a la supresión del anterior Ministerio de Agricultura y Pesca, con ese afán de cambiar, normalmente a peor, todo lo anterior. Son estos elementos fundamentales del sector primario, agricultura y pesca, de gran importancia para España, especialmente en la situación actual al mezclarlos con algo tan importante hoy en día como es el medioambiente, lo cual les hace perder valor.

Añadir a lo anterior algo tan importante como el triunfo -no se puede considerar de otra forma- de Bildu, coalición de Batasuna, en el País Vasco, especialmente en Guipúzcoa, constituyéndose en la tercera fuerza y con grandes posibilidades de obtener incluso alguna diputación con el manejo de fondos correspondiente. El PSOE parece que prepara pactos, al menos puntuales con ellos, y no parece lógico que en estas condiciones el PP continúe apoyando este gobierno; allá los socialistas con su política.

Como conclusión inmediata para alguien apolítico pero muy interesado en cuanto ocurre en España, y especialmente en nuestras islas, preocupado por nuestro elevadísimo índice de paro y una mala situación económica, resulta que, después de celebradas estas elecciones con la intención mayoritaria de obtener un cambio, en función de esta ley electoral que "disfrutamos" el partido que ha quedado en tercer lugar en general en el Archipiélago va a ser quien otorgue las jefaturas no solo del Gobierno canario, sino de cabildos, con lo que esto supone de disposición de fondos, y de ayuntamientos. Por ejemplo, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Santiago de Tenerife parece ser, según las últimas noticias, que no va a ser gobernado por quien ha ganado las elecciones, Cristina Tavío, del PP, sino por la tercera fuerza política en votos, el PSOE, con Julio Pérez de cabeza de lista, una persona, al parecer, competente y seria, pero dependiente de un partido y un Gobierno intervencionistas, que no dejan libertad a sus votantes, según sus preferencias en cada lugar, ni respetan la lista más votada. A nivel nacional, ocurre algo semejante: los pactos, no por interés general, sino normalmente por interés de partido, van a lograr que en muchas instituciones gobierne no la fuerza más votada y, por tanto, la preferida, sino otras, a veces las menos votadas. Todas estas anomalías se corregirían si en los ayuntamientos gobernara la lista más votada, y en otras instituciones más complejas (cabildos, diputaciones, autonomías) hubiera una segunda vuelta entre las dos más votadas. El ideal podría lograrse con listas abiertas, no cerradas, y poder votar por alguien que se conozca y sepamos su trayectoria y valía. ¿Cuándo van a ponerse de acuerdo los dos grandes partidos para hacerlo? La época de la Transición, en que se renunció a muchas cosas para lograr la concordia y el entendimiento, por culpa de "algunos", tristemente, ha pasado a mejor vida.

Para terminar, diez razones apuntadas por el periódico ABC para el necesario cambio y lograr una deseada regeneración nacional: 1) falta de liderazgo en el PSOE; 2) legislatura estancada; 3) desgaste del mensaje socialista; 4) crisis económica; 5) descrédito institucional (Tribunal Constitucional, Consejo General del Poder Judicial…); 6) paro desbocado, 4.910.000 parados y subiendo…; 7) voluntad ciudadana; 8) desprestigio internacional; 9) la corrupción; 10) el agujero autonómico.