EN ESTA ESPECIE de manicomio descontrolado en que se ha convertido el panorama político postelectoral en esta región o comunidad autónoma, la celebración del Día de Canarias ha sido como un lenitivo al desconcierto general entre los partidos y los elegidos para mandar en las corporaciones que no sé cuándo, pero alguna vez, me figuro, tendrán que constituirse.

En el terreno follonístico insular de los partidos y sus gerifaltes, destaca el que se cree autopoderoso don José Miguel Pérez, quien, no contento con, prácticamente, cargarse el Partido Socialista de Tenerife, se va a Madrid para quejarse, ante los mandamases de Ferraz, de que los socialistas de Tenerife no quieren hacerle caso, se plantan ante sus órdenes de pactar con Coalición Canaria y, para acabarla de jeringar, quieren aliarse con el PP, a lo que Pérez dice aquello de "atrás, perro maldito", como si se tratara del diablo.

En resumen, que ahora son los de Ferraz los que intervienen en este caso de palpable rebelión y se supone que pondrán en práctica las correspondientes sanciones para tratar de restaurar la disciplina. Hasta a una persona tan pacífica y tan consciente como Julio Pérez lo atormentan con sus mandatos don José Miguel y sus mariachis, cuando, en este terreno movedizo como el terremoto de Lorca, llega el Día de Canarias, de cuyo acto oficial, celebrado en el auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas, vi la retransmisión por televisión, y tengo que reconocer que el discurso del presidente del Gobierno de Canarias, don Paulino Rivero, fue, sin la brillantez de una pieza oratoria, que no se trataba de eso, realmente bueno en cuanto tocó los temas de verdadero interés que atañen a nuestras islas, dando la debida importancia a los que destacaron y no olvidando a muchas personas en el capítulo de gratitudes. No aludió el presidente a cuestiones electorales y al negativo ambiente en que se vienen desarrollando, pasando sobre estas circunstancias sin citarlas, para llegar luego a una síntesis de lo que serán los programas de gobierno en la próxima legislatura y en las siguientes.

En resumen, una completa e interesante disertación muy acertadamente expuesta.

En cuanto a otros muchos actos organizados por el Día de Canarias en todo el Archipiélago, se celebraron de acuerdo a los programas que rigieron en las diversas islas y poblaciones, según información que me llega. Y eso denota orden, que no es, precisamente, lo que reina entre los partidos políticos en las corporaciones aún por constituir.