Lamentable: Rivero reelegido con los votos socialistas. Así titulábamos ayer nuestra principal noticia de primera página. Lamentable porque nos esperan otros cuatro años de hambre, miserias, penurias; mucha hambre, muchas miserias y muchas penurias. Nosotros confiábamos en CC como partido, y en Paulino Rivero como líder de ese partido, capaz de llevar a Madrid las justas aspiraciones soberanistas de esta maltratada y esquilmada colonia. Confiábamos nosotros y también confiaban muchos canarios patrióticos. Qué equivocación la nuestra y la de esos canarios auténticos. Patriotas cuya voz silencian Paulino Rivero y sus secuaces, al igual que lo hacen los partidos estatistas, mediante una Ley electoral que de tan injusta sólo podemos calificarla de infame. Esa ley impide que el patriotismo canario tenga voz en el Parlamento; una voz que vaya despertando la conciencia de los canarios. Esta vez, desoyendo los consejos y la razón emanada del sentido común, ha decidido el Parlamento investir de nuevo al señor Rivero como presidente del Gobierno regional, sin ni siquiera esperar a que sepa, mediante la investigación que ha solicitado el propio interesado, y también nosotros, qué ha ocurrido en México. Que se conozca quién ha falsificado esos papeles, si realmente ha habido falsificación.

Sin embargo, salta a la vista que sus señorías tenían prisa por consumar, una vez más, el pacto de los perdedores. Los socialistas han hundido a España en la miseria y ahora quieren hacer lo mismo con Canarias. Queremos decir que quieren aumentar la miseria existente en nuestras Islas, que ya es mucha debido a su dependencia colonial de una metrópoli que la esquilma. Qué lejos están los tiempos en que estas eran las Islas Afortunadas; tiempos en que suponíamos un motivo de envidia para cuantos nos visitaban por nuestros coches de lujo y por la existencia de los comercios de hindúes rebosantes de mercancías. Tiempos en los cuales los barcos llegaban repletos de productos que podíamos consumir porque no pasábamos hambre, y regresaban con sus bodegas igualmente llenas de nuestras exportaciones agrícolas a los países europeos, con los que siempre hemos mantenido unas relaciones comerciales mucho más intensas que con la Península española. ¿A dónde ha ido todo ese bienestar? Más aún: ¿será capaz de recuperar ese nivel de vida un gobernante políticamente déspota, además de inepto, como es Paulino Rivero? ¿Puede redimir social y económicamente a los canarios quien los ha empujado al abismo?

Decíamos en nuestro editorial del martes que todavía estábamos a tiempo de impedir el desastre. Un despropósito que, al margen de todo lo demás, se podía prever simplemente oyendo el discurso de investidura del señor Rivero, de manera especial cuando se refería a la prioridad de los canarios para encontrar trabajo en las Islas. Falso. Mientras el candidato se dirigía a la Cámara, comenzaban a producirse los primeros despidos en empresas radiofónicas, obligadas a cerrar porque en la concesión de las FM no se ha tenido en cuenta a quienes han estado creando puestos de trabajo desde hace mucho tiempo, sino a los amigos y, lo que es peor, a las empresas foráneas. Mientras tanto, quien hace dos días era aspirante a presidente y hoy ya es presidente con el apoyo de los perdedores, prometía en el Parlamento, una vez más, que los isleños tendrían prioridad a la hora de acceder a los puestos de trabajo. ¿Se puede creer una sola palabra de lo que manifieste Paulino Rivero?

Este hombre dice lo que dice porque piensa que puede engañar a los canarios tan fácilmente como Zapatero lo engaña a él. Unas veces le da agua en cestas y otras le promete cuantiosísimas inversiones en el Archipiélago que nadie ha visto nunca ni nadie verá porque sólo es un camelo; cuentitas de colores como las que les entregaban los conquistadores españoles a los amerindios para que les dieran su oro. Eso es lo que hacen tanto Zapatero como otros gobernantes españoles con los canarios que se dejan embaucar: les ofrecen prebendas baratas a cambio de mantenernos colonizados, mientras saquean nuestros recursos y se benefician de nuestra inmejorable situación estratégica entre tres continentes. Y la quícara y el niño de papá político, inocentones como los indios de América haciéndoles el juego a quienes nos esclavizan desde hace casi seis siglos. ¿Merece gobernar en Canarias un hombre que no sólo consiente, sino que hasta propicia esta situación, como decíamos al principio, de hambre, miseria y desesperanza para los jóvenes?

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Tres preguntas y una conclusión: ¿Cómo va la investigación de la Fiscalía General del Estado y de la Policía sobre el " affaire" de México-Puebla? ¿Hay ya pruebas de la falsedad y "falsificación"? ¿Se ha localizado al apoderado súbdito británico Mr. Hildrebrando Smith Carrasco? ¿Se ha pedido la colaboración de la Interpol? .