DEJARON pasar más tiempo de la cuenta para lanzar la acusación y la protesta pero, al fin, los sindicatos han acusado públicamente al Cabildo Insular de Tenerife de abrir prematuramente el Hospital Geriátrico del Norte, para que el positivo acto coincidiera con las recientes elecciones autonómicas y municipales y, en las votaciones, influyera positivamente esa especie de pago de favor por parte del pueblo a la Corporación Insular y, especialmente, al presidente y otros miembros de Coalición Canaria que se presentaron para ser reelegidos. Fue el propio presidente del Comité de Empresa del Instituto de Atención Social y Sociosanitaria (IASS), don José Luis Gutiérrez, el que retó a los que mandan en el Cabildo a que nieguen que no es verdad que se sacaron muchos efectos y material diverso, incluso mobiliario del Hospital Febles Campos para llevarlos al geriátrico del Norte a fin de que pudiera entrar en servicio, precisamente, antes de las elecciones del 22 de mayo.

En su reto, el señor Gutiérrez hace hincapié en los varios problemas que afectan al centro sanitario recién inaugurado, desde el despido de varios empleados por, supuestamente, no haber superado el periodo de prueba, hasta la imposibilidad de los usuarios de poder salir al aire libre porque aún se siguen ejecutando las obras. Es obvio que todos estos traslados se efectuaron por motivos electorales. Hay que añadir que el tal traslado de material se produjo cuando ya la administración y el funcionamiento del geriátrico había sido adjudicado a la empresa Aeromédica, que es la que tenía que asumir el equipamiento del nuevo centro.

Uno, que no entiende mucho estos enredos de concesiones, lo que ve claro es que, por ganar unas elecciones, se juega con los enfermos y con trabajadores. No es normal y no sé cómo calificará la acción un tribunal de justicia. Cuando se puso en marcha el Hospital del Norte, porque en la zona había enfermos que lo necesitaban, me pareció bien la apertura. Más tarde, cuando se publicaron en la prensa las circunstancias en que tenían que vivir los internados porque los trabajos de construcción del centro no estaban terminados, publiqué en esta columna un comentario pidiendo la normalización en la atención y el trato a unas personas enfermas que precisaban asistencia. Ahora las negativas noticias que publica el IASS son para arrancar la indignación de cualquier ser humano normal. Como ciudadano, uno mi protesta a las del IASS y creo que la cosa no puede quedar en acusaciones al viento. Los tribunales de justicia están para estas cosas que a algunos nos es difícil creer. Y esto ocurre cuando estamos viviendo en la resaca de unas elecciones que no han servido absolutamente para nada, como no sea para que en este país y en estas islas estemos peor todavía.