SEGUIMOS despertándonos cada día con una mala noticia, a cual peor. Ayer publicábamos en nuestra primera página que el Gobierno de Canarias ha suprimido el acuerdo que establece un profesor de apoyo por cada 20 alumnos o más de enseñanza primaria. Esto supondrá reducir la plantilla docente en unas 400 personas. Increíble en una de las comunidades autónomas con mayor índice de fracaso escolar. Y decimos comunidad autónoma por imperativo legal, pues en realidad todos sabemos que Canarias no es una más de las autonomías españolas, sino un país colonialmente sometido a otro situado en otro continente. El fracaso escolar está motivado por esa dependencia de España en primera instancia, pero también por la funesta gestión del Gobierno que preside Paulino Rivero; el gran responsable, junto a su amigo Zapatero, de lo que está sucediendo en Canarias.

Paulino Rivero tiene que meditar lo que le hemos estado diciendo estos últimos días: debe dimitir y exiliarse de Canarias. No se lo decimos por rencor después de que nos haya negado lo que nos correspondía; de que le haya negado al Grupo de Comunicación EL DÍA, el único que existe como tal en el Archipiélago, las frecuencias que hubiesen permitido la continuidad de Radio EL DÍA y el mantenimiento de una veintena de puestos de trabajo; no se lo decimos porque le haya negado el pan y la sal a la empresa con más méritos para ejercer las labores informativas propias de cualquier medio de comunicación; no se lo decimos porque "gracias" a su despotismo, y también a su "inteligencia", "patriotismo" y "buen gobierno", en estos días vaya a desaparecer Radio EL DÍA. Le decimos al presidente que debe renunciar a su cargo y marcharse para siempre de las Islas porque es la verdad. Paulino Rivero tiene que dimitir y desaparecer de aquí porque le está causando un gravísimo daño a Canarias. Cada día que siga como presidente será un día aciago para esta tierra.

Por si fuera poco el daño que hace en las Islas, Paulino Rivero apoya la continuidad de Zapatero para mal de España y de Canarias. En definitiva, de nuevo "gracias" a Paulino este Archipiélago, además de seguir colonizado, mantiene la vergonzosa cifra de 300.000 parados, a la vez que aumentan los jóvenes, que tienen que emigrar -porque con el señor Rivero en el Gobierno, apoyado por unos socialistas políticamente ineptos, aquí no hay futuro para nadie- y las familias pasan hambre.

No exageramos al decir que Canarias nunca ha estado tan mal. Mientras Europa ha salido de la crisis, nosotros seguimos hundiéndonos en un pozo que parece sin fondo porque estamos colonialmente uncidos a la metrópoli, y mientras Zapatero gobierne en España no hay salvación posible para España. Qué pena, qué desesperación la que nos invade cuando vemos como otros países menores que Canarias en extensión, población y recursos prosperan adecuadamente, mientras entre nosotros cunde la miseria, la desesperanza y el hambre. Países que son menores en todo a nosotros, pero no en dignidad; en dignidad nos superan muchísimo, porque sus habitantes pueden ir por el mundo con la cabeza muy alta por ser nacionales de su propio estado.

Dicen algunos, con respecto a nuestra línea editorial, que no nos sigue nadie. Quienes se expresan así prefieren vivir en un fumadero de opio donde la droga induce la pérdida de conciencia. Están narcotizados como lo han estado los canarios en los últimos seis siglos. Pero gracias a la valentía de EL DÍA y al coraje de muchos patriotas, los canarios están despertando de su sopor. Ha llegado el momento de no dejarse engañar por nadie, ni siquiera por los lacayos de los dirigentes políticos canariones, que a su vez son lacayos de la metrópoli. Es nuestro deseo que Canarias permanezca unida, como la única nación que es, en su marcha hacia la independencia. Sin embargo, la obstinación de la tercera isla en boicotear este proyecto vital no puede ser la causa de que nos detengamos en nuestra marcha decidida hacia la libertad. Si Canaria quiere sumarse a este proyecto en las mismas condiciones de las demás islas, sin las ansias de hegemonía que provocaron la división de los canarios en el pasado siglo, bienvenidos sean los hermanos canariones. Si no es así, allá ellos; siempre les queda la opción de seguir unidos a España por su cuenta, como hizo la isla Mayotte cuando el archipiélago de las Comoras se independizó de Francia. En consecuencia, no estamos proponiendo algo que no haya ocurrido en otra parte del mundo.